Los actos oficiales de la visita del papa Francisco a Emiratos Árabes Unidos echaron a andar en la mañana de este lunes, 4 de febrero, con el encuentro de unos veinte minutos de duración que el Pontífice y el príncipe heredero, el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, mantuvieron en el majestuoso Palacio Presidencial de Abu Dabi. La reunión fue de carácter privado y no se informó de los temas que trataron en esta primera estancia de un obispo de Roma en la península arábiga.
Después de llegar al edificio escoltado por la guardia presidencial a caballo y mientras varios aviones dejaban sobre el cielo una estela con los colores de la bandera vaticana, Jorge Mario Bergoglio fue recibido por el hermano del presidente del país árabe, el jeque Khalifa bin Zayed Al Nahyan. “Con gratitud por su cálida bienvenida y hospitalidad y garantizándole mis oraciones, pido para Su Alteza y para todo el pueblo de Emiratos Árabes Unidos la divina bendición de la paz y de la solidaridad fraterna”, escribió el Papa en inglés en el libro de honor del Palacio Presidencial tras su conversación con el príncipe heredero.
El jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan le regaló al Papa el acta notarial del 22 de junio de 1963 con la que se donó el terreno en el que se construyó la primera iglesia del emirato. El Pontífice le correspondió con un medallón que representa el encuentro acaecido hace 800 años entre san Francisco de Asís y el sultán de Egipto Malek al-Kamel. Esa poderosa imagen de diálogo interreligioso simboliza el objetivo de la visita del obispo de Roma a Emiratos Árabes Unidos.
A su llegada anoche al aeropuerto de Abu Dabi, donde le recibió el príncipe heredero, Francisco recibió un ramo de flores de manos de dos niños, uno de los cuales le dio la bienvenida hablando en español. “Buenas noches, Su Santidad. Es para mí un placer darle la bienvenida a mi país. Espero que disfrute y se sienta en casa”, dijo el pequeño –en vídeo, del minuto 2:10 a 2:50–, que fue felicitado por el Papa por el buen nivel de su español.