“Deseo aclarar que cualquier actuación de este tipo, impropia de nadie y aun más de un presbítero, me parece gravísima”, ha matizado Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, tras las declaraciones hechas a los medios este miércoles, 6 de febrero, sobre los presuntos abusos sexuales a menores de dos párrocos de Arbeca (Lleida) y Constantí (Tarragona).
“Han podido tener sus errores y han podido tener sus faltas, pero no son tan graves como para poder decir que tienen que ser secularizados, de ninguna forma”, había afirmado hoy mismo el arzobispo, si bien ha señalado que “algunos medios” las han reproducido “como si pretendiera rebajar la importancia de los hechos”.
Ha señalado, a su vez, que le parece un hecho “doloroso”, por lo que, en nombre de la Iglesia de Tarragona, ha pedido perdón y se ha puesto personalmente a disposición de escuchar a las víctimas.
Pujol opina que el Arzobispado “ha actuado bien” con las familias afectadas y, en cuanto a los dos párrocos, han sido relegados de sus funciones. “Para mí no son unos desgraciados”, ha apuntado el arzobispo esta mañana.
Según la web del Arzobispado, en sustitución de Font se ha nombrado a Manuel Borges Anguera administrador parroquial de Arbeca y otras poblaciones, mientras que Antoni Pérez ha tomado posesión de la parroquia de Constantí.