Cada vez que regresa a Roma tras completar un viaje por el mundo, el papa Francisco dedica la audiencia general posterior a detallar el sentido de esa visita. Es lo que hizo ante los fieles y peregrinos presentes en el Aula Pablo VI del Vaticano este miércoles, 6 de febrero, un día después de volver de Emiratos Árabes Unidos (EAU). Su estancia en este pequeño país del Golfo Pérsico, destacó, abre “una nueva página en la historia de diálogo entre el cristianismo y el islam y en el esfuerzo para promover la paz en el mundo sobre la base de la fraternidad humana”.
Jorge Mario Bergoglio recordó que nunca antes un obispo de Roma había pisado el territorio de la península arábiga y relacionó este viaje con el que realizó en 2017 a Egipto, donde visitó la mezquita y la universidad de Al-Azhar. Con el gran imán de este importante centro espiritual para el islam suní, Ahmed al Tayyeb, Francisco firmó en Abu Dabi un significativo documento sobre la fraternidad humana.
“Juntos afirmamos la común vocación de todos los hombres a ser hermanos en cuanto hijos de Dios y condenamos cualquier forma de violencia, también aquella revestida de motivaciones religiosas, además nos comprometemos a difundir en el mundo los auténticos valores y la paz”, comentó el Pontífice.
Con este documento conjunto, los líderes de ambas religiones pretender dar una señal “clara y decidida” que los fieles de diversos credos pueden “respetarse y dialogar” y que, pese a sus diferentes “culturas y tradiciones”, tanto el islam como el cristianismo “aprecian y tutelan valores comunes”. Francisco citó en particular “la vida, la familia, el sentido religioso, el honrar a los ancianos y la educación a los jóvenes”.
La conciencia de los puntos que unen resulta significativa en una época en la que “es fuerte la tentación de ver un choque entre la civilización cristiana y la islámica” y en la que las religiones son concebidas por algunos como una “fuente de conflicto”.
Al final de la audiencia general, el Papa dedicó unas palabras a las víctimas del naufragio en el Caribe el pasado sábado de un barco cargado de inmigrantes haitianos que trataban de llegar a las Bahamas. Al menos 16 personas fallecieron en este suceso. “Os invito a uniros a mi oración por los que han desaparecido dramáticamente y por los heridos”, pidió Francisco a los fieles.