Esta semana –exactamente el 4 de febrero– ha iniciado su paso por Colombia ‘Huellas de Ternura‘, la movilización que ha agrupado en torno de la “cero violencia, 100 por ciento ternura” al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Cáritas Latinoamérica, la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), la Federación Internacional Fe y Alegría, World Vision Latinoamérica, y la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), con el propósito de sensibilizar a familias, escuelas e iglesias, proponiendo la ternura como modelo de cuidados y de crianza.
En voz de Héctor Fabio Henao, director nacional de Cáritas Colombia, se ha anunciado formalmente el paso de la caminata continental por suelo colombiano, que “tiene por objetivo aunar esfuerzos de manera ecuménica para rechazar todo tipo de violencia contra niños y niñas y elevar la conciencia del respeto por sus derechos”.
A la fecha –según sus organizadores– se han movilizado más de 30 mil personas desde que inició en la frontera de México (Tijuana) con Estados Unidos (San Diego). En Colombia se realizarán actividades de movilización, formación, educomunicativas, entre el 4 y el 20 de febrero, llegando a ciudades como Cúcuta, Bucaramanga, Bogotá, Cartagena, Montería, Barranquilla, Riohacha, Cali, Ipiales y Medellín.
Una comisión integrada por Cáritas Colombia, World Vision y Béthany Global, recibió de manos de la embajadora de ternura de Venezuela, Susanna Raffalli, en el puente Simón Bolívar, la cometa de colores que ha venido pasando de país en país en el curso de la caminata, dando inicio oficialmente a las actividades de la caminata en Colombia. Este gesto se viene realizando en las fronteras de los países por donde ha pasado la caminata.
Seguidamente la comitiva se trasladó al colegio Luis Variara, de Fe y Alegría, en el sector Nuevo Escobal de Cúcuta, zona fronteriza con Ureña, donde un grupo de niños y niñas agasajó a la embajadora de la ternura e hizo entrega de unas 100 cartas escritas por los propios niños cucuteños con mensajes de solidaridad a los niños venezolanos.
Esta acción simbólica culminó en la casa de paso ‘La Divina Providencia’, una obra de misericordia de la diócesis de Cúcuta que atiende a migrantes venezolanos, entregando alrededor de 5.000 raciones de almuerzos diárias. Allí la embajadora de ternura compartió con los beneficiarios, coordinadores y personal voluntario.
Por otra parte, con el apoyo del programa ‘Puentes de Solidaridad’ que se coordina con el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas, se tiene previsto, en zona fronteriza, realizar la formación de 30 agentes de pastoral de movilidad humana en la metodología de crianza con ternura –promovida por World Vision Latinoamérica– para posteriormente trabajar con población migrante venezolana.
Las acciones en este departamento fronterizo continuarán hasta el 20 de febrero con actividades intra-escolares en las escuelas de la Confederación Nacional Católica de Educación (CONACED) y en las escuelas de Fe y Alegría, promoviendo la ternura en los espacios educativos.