“Nos aflige profundamente la crisis humanitaria y las muchas dificultades que están afrontando todos”, ha manifestado la Conferencia Episcopal de Colombia, matizando que la dramática realidad impacta el “acceso a lo más elemental y necesario para la subsistencia, como son alimentos, medicinas y servicios públicos”.
Los prelados colombianos, en el marco de su 107ª Asamblea plenaria, no olvidan al pueblo y a los obispos venezolanos que atraviesan una crisis social, política y humanitaria sin precedentes.
En una carta abierta firmada por Oscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC, Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y vicepresidente, y Elkin Álvarez, obispo auxiliar de Medellín y secretario general, el episcopado ha manifestado estar atento a los acontecimientos en el vecino país: “nos duelen la incertidumbre, la represión, la violación de los derechos humanos y la injusticia que sufren tantos hermanos, especialmente los más pobres y débiles”.
Sin embargo, los pastores han manifestado estar unidos en oración para que “se alcance pronto una solución justa y pacífica que permita salir de la crisis”. En cuanto a sus colegas obispos los invitan –con la intercesión de Dios– a seguir siendo testigos y profetas de la esperanza, la caridad y la verdad.
Recordaron a su vez que varias comunidades y personas particulares han acogido a “algunos hermanos que llegan a territorio colombiano y los hemos asistido en sus necesidades fundamentales”, al tiempor que manifestaro que “seguiremos ayudando en cuanto podamos y promoviendo la cooperación de otras personas e instituciones”.
Mientras los sectores políticos que adversan al régimen de Nicolás Maduro, liderados por el recién juramentado Juan Guaidó, organizan un frente amplio de países para brindar ayuda humanitaria a los venezolanos, los obispos colombianos se pliegan a este petitorio y hacen “un llamado urgente para que se concrete la apertura de canales humanitarios que permitan aliviar efectivamente las carencias”.
“Les aseguramos nuestra cercanía y solidaridad y los encomendamos a la intercesión del apóstol San Pablo”, ha dicho la CEV, mientras confía “a sacerdotes, religiosos, laicos, y, a todo el pueblo venezolano, la intercesión de María Madre”.