“En la pastoral hay que arriesgar, hay que atreverse”. Este fue el punto de partida de la ponencia final de las Jornadas de Pastoral Juvenil Vocacional de CONFER, impartida por el obispo auxiliar de Barcelona, Antonio Vadell.
Con formato de una charla TED, el prelado expuso que “en esta sociedad plural y secularizada, estamos llamados a mantener nuestra identidad dentro de una gran Babilonia. Hace tiempo que hablamos de un cambio de escenario, pero en la práctica nos cuesta situarnos”. Así, insistió en que “la Iglesia ya no tiene el monopolio y nos tenemos que situar desde ahí con alegría, no siendo príncipes sino siervos”.
En este contexto, Vadell apuntó que “no se trata de decir a la sociedad lo que tiene que hacer, pero sí vivir de la manera en la que nos invita el Señor a vivir y esto provoca en algunos una atracción”. Para ello, defendió la necesidad de una Iglesia “plural, rica en carismas, unida por la caridad y lo esencial, más multiétnica, por tanto, más católica”.
“Tenemos que preguntarnos: ¿dónde está la fuente de mi alegría? El Papa Francisco nos invita constantemente a interpelarnos sobre esta cuestión para descubrir que quién está detrás es el Señor”, aseguró.
Entre las pistas para configurar una nueva pastoral vocacional señaló que “hemos perdido la masa y el centro de atención, pero tenemos el acompañamiento persona a persona”. Así, hizo una llamada a aterrizar en lo concreto las acciones de evangelización: “Pensemos en esta cuaresma en doce personas de nuestro entorno a quienes explicitar la presencia del Señor en nuestra vida hablándole desde el corazón”. “A lo mejor nos encontramos con una negativa o con un ‘tú flipas’, pero puede que antes o después le toquemos el corazón”, dejó caer.
“A veces me gusta ver a la Iglesia como una gran tienda de zapatos -planteó el prelado-, porque cada uno encuentra su horma: movimientos, congregaciones, estilos… Y cuando encontramos nuestro calzado, queremos que todos lo usen. Y sin embargo, el Señor en el paraíso nos quiere descalzos, porque todo son mediaciones”.
“En materia de evangelización, nos encontramos con obstáculos, tales como pensar que solamente el testimonio evangeliza –‘predicamos con el ejemplo’- o que no hay necesidad de Cristo, conformándonos con que nuestros alumnos y nuestros hijos sean ‘buenas personas’”, exhortó.