El Papa Francisco ha instado a los gobiernos a que resuelvan las causas de la trata de personas, que calificó como “plaga” y les llamó a proteger a las víctimas. Desde la ventana del estudio de los Palacios Apostólicos y en el marco del rezo del Ángelus, el Papa detuvo su mirada en la Jornada Mundial contra la trata celebrada hace un par de días. “Todos podemos y debemos colaborar denunciando los casos de explotación y esclavitud de hombres, mujeres y niños”, exclamó Jorge Mario Bergoglio.
A renglón seguido, Francisco invitó a todos los fieles presentes en la plaza de San Pedro a rezar la oración a Santa Josefina Bakhita, patrona de la lucha contra esta lacra, que previamente se repartió a los peregrinos.
Disponibilidad ante el Señor
Además de esta cuestión, a partir del Evangelio del día sobre el milagro de la pesca, reivindicó “la actitud de disponibilidad que el Señor pide a todos sus discípulos, sobre todo a aquellos que tienen deberes de responsabilidad en la Iglesia”.
Sorprendidos y vacilantes
“Cuando nos colocamos generosamente a su servicio, Él hace grandes cosas en nosotros”, recordó: “Su invitación a salir al mar abierto de la humanidad de nuestro tiempo, a ser testigos de la bondad y la misericordia, le da un nuevo significado a nuestra existencia, que a menudo corre el riesgo de volverse plana sobre sí misma”.
En esta línea, el Papa reconoció que a veces nos vemos “sorprendidos y vacilantes”, cuando no “tentados a rechazar” la llamada del Señor “debido a nuestra insuficiencia”. Sin embargo, el milagro de Jesús es una muestra de que siempre ayuda a “no caer en la víctima de decepción y desaliento en la derrota”.