Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana, ha emitido una declaración sobre la singularidad de la fe en Cristo, a raíz del ‘Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y vivir juntos’, firmado por el papa Francisco junto al Ahmad el-Tayeb, Gran Imán de la Mezquita al-Azhar de El Cairo, durante una reunión interreligiosa en Abu Dabi.
El documento inició la controversia por afirmar que “el pluralismo y la diversidad de las religiones” están “deseados por Dios en su sabiduría”, una declaración que muchos creen que contraviene la fe católica.
Ante esto, Schneider ha declarado que “el cristianismo es la única religión querida por Dios”, por lo que “nunca se puede complementariamente al lado de otras religiones”. “La verdadera fraternidad universal solo se puede producir en Cristo, es decir, entre las personas bautizadas”, ha subrayado, ya que, a su parecer, “fuera de la fe cristiana, ninguna otra religión puede transmitir la verdadera vida eterna”.
La Conferencia Episcopal estadounidense ha denunciado como “perturbadora” la decisión de la Corte Suprema y el estado de Alabama de no permitir a un recluso musulmán tener un imán presente durante su ejecución.
Dominique Ray, condenado a muerte, solicitó que su imán estuviera presente en el momento de su muerte el pasado 7 de febrero, pero la prisión de Alabama sostuvo que era un riesgo para la seguridad permitir que una persona no trabajadora de la prisión estuviera presente. Sin embargo, es una práctica recurrente permitir que un capellán cristiano acuda si el preso lo solicita.
Ray había sido condenado a muerte en 1995 por la violación y el asesinato de una niña de 15 años, Tiffany Harville. Tras la decisión de la Corte Suprema, Ray fue ejecutado el jueves por la noche, mientras que a su imán, Yusef Maisonet, se le pidió que observara desde otra habitación a través de un panel de vidrio.
El Gobierno de Pedro Sánchez aprobará en el Consejo de Ministros del próximo viernes la orden para exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos. Por este motivo, dará a la familia un plazo de 15 días para que establezca un lugar para el traslado definitivo de los restos del dictador.
De la misma manera, fuentes del Ejecutivo han asegurado que no permitirá que los restos se lleven a la cripta de la catedral de la Almudena (Madrid), que era la primera intención de los familiares.
Si la familia de Franco no designase un lugar para proceder al entierro, será el propio Gobierno quien tome la decisión.