Los obispos de Cataluña se comprometen con la protección de menores. “En las últimas semanas, la Iglesia en Cataluña se ha visto sacudida por algunas noticias referidas a abusos de menores, que nos llenan de vergüenza y de dolor, ya que algunos de los agresores eran personas consagradas”, explican en un comunicado hecho público hoy, 12 de febrero, tras la conclusión de la reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconense.
“Los abusos a menores, que condenamos rotundamente, y la cultura que los fomenta o justifica, son un grave problema que afecta a toda la sociedad. Y la Iglesia, como parte de la sociedad, también se ve afectada”, han condenado. Por eso, “pedimos perdón a las víctimas y nos solidarizamos con su dolor; y también a todas las personas a las que el conocimiento de estos hechos ha escandalizado y ha hecho tambalear su confianza en la Iglesia”.
Los prelados han mostrado su “sufrimiento” y manifiestan que ruegan “por las víctimas, que han quedado marcadas en su vida. En solidaridad con todos los que hayan sufrido algún tipo de abuso y con sus familias nos comprometemos a colaborar en el esclarecimiento de los hechos del pasado y encontrar la manera de ayudar a las víctimas en su restablecimiento”.
Del mismo modo, han dejado claro que “la Iglesia actuará con determinación para proteger a los niños y los adultos vulnerables, eliminando todo tipo de tolerancia o encubrimiento y para erradicar de nuestras comunidades y de toda nuestra sociedad la cultura del abuso sexual, económico, de poder y de conciencia”. Asimismo, “tomamos el compromiso de adoptar rigurosas medidas de prevención, que impidan su repetición, a partir de la formación de aquellos a quienes les serán confiadas misiones de responsabilidad y educativas”.
Los obispos han pedido a todos los sacerdotes de Cataluña que el próximo miércoles de ceniza, 6 de marzo, al iniciar la Cuaresma, que es tiempo de conversión, se rece y se ayune de una manera especial por las víctimas de los abusos en todas las celebraciones. Al tiempo que hacen suyas las palabras del papa Francisco: “El abuso sexual es un pecado horrible, completamente opuesto y en contradicción con lo que Cristo y la Iglesia nos enseñan”.
La Tarraconense ha reiterado su “firme compromiso con el cumplimiento de la legislación vigente, canónica y civil”, y que pasa por: poner en conocimiento del Ministerio Fiscal los hechos acaecidos que pudieran constituir delito contra la libertad e indemnidad sexual, para la valoración jurídica que corresponda; instar a las víctimas a que denuncien los hechos ante las autoridades civiles; e informar a la Congregación para la Doctrina de la Fe de cualquier caso de abuso fundamentado”. Además, han subrayado que están atentos “a lo que el papa Francisco, reunido próximamente con los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, determine para combatir estas acciones deshonestas y delictivas que tanto afectan el anuncio del Evangelio”.
Los prelados catalanes han querido también recordar que “es justo valorar la dedicación generosa y madura de tantos sacerdotes y religiosos, de educadores en las escuelas y el tiempo libre, hacia los niños y jóvenes, y sus familias, y conviene que los defendamos de la sombra de sospechas generalizadas, así como queremos recordar el derecho que toda persona tiene a la presunción de inocencia”. Y es que “mucho trabajo bien hecho así lo avala”, recalcan.