El fenómeno climático conocido aquí como ‘invierno boliviano’ está provocando serios daños en el norte de Chile. Las lluvias altiplánicas, habituales en esta época del año, esta vez tienen una magnitud mucho mayor provocando enorme aumento del caudal de ríos que sobrepasan sus cauces con desbordes inundando los poblados y ciudades a su paso, como no ocurría hace algunas décadas.
Esta situación ya tiene dos semanas de duración con períodos de mucha intensidad. La carretera entre Arica e Iquique quedó cortada durante varios días y se logró recuperar la conexión con la instalación de un puente mecano. También en esas mismas ciudades se han producido daños graves debido a la crecida de dos ríos que han arrasado con algunos sectores poblados y han provocado socavones. Esta zona desértica no está preparada para emergencias de este tipo por lo que el grave daño de las inundaciones actuales deja un saldo de muchas familias damnificadas. En la ciudad de Calama hubo daños incluso en las captaciones de agua dejando a la ciudad sin su abastecimiento por algunos días.
Cáritas llama a la solidaridad
Los equipos de Cáritas en esas diócesis están trabajando desde el primer día tanto en obras de contención en zonas cercanas a los ríos, como en la acogida y atención de damnificados. Cáritas-Chile ha lanzado la campaña ‘Calama también es Chile’ llamando a aportar agua embotellada, ropa de cama, alimentos no perecibles, artículos de aseo y forraje y alimento para animales, los que están siendo enviados al norte.
“Tenemos que agradecer a todas las Caritas a nivel nacional, que se han sumado a nuestra campaña y que han realizado colectas en las misas. Sin duda todos estos aportes serán ayuda para la segunda fase de la emergencia cuando tengamos que pasar a la reconstrucción. Ahora seguimos llamando a la solidaridad de los chilenos para que nos apoyen y aporten”, expresó David Vargas, Vicario de Pastoral Social-Cáritas de Calama.
Vargas agregó que las necesidades aumentan a medida que se avanza con el catastro de personas afectadas como también de sus viviendas y la pérdida en agricultura y ganado, especialmente en las localidades andinas del Alto Loa y San Pedro de Atacama.
Por su parte, los responsables de las Cáritas en Arica e Iquique, ciudades con severos daños y gran número de damnificados, organizan también equipos de trabajo con voluntarios. Cáritas Iquique ha abierto dos albergues: uno en la misma ciudad y otro en Alto Hospicio, ciudad vecina en la pampa.
“Acogiendo las necesidades generadas en los grupos más vulnerables, dice el llamado de Cáritas-Chile, nuestro compromiso es impulsar gestos de fraternidad hacia nuestros hermanos que están sufriendo y contribuir a globalizar la solidaridad. Por ello, el llamado es a apoyar con dinero la campaña de Cáritas”. El pasado domingo 10 en todas las Misas de la mayoría de las diócesis del país se realizó colectas especiales recaudando dinero que está siendo enviado a la zona afectada por las lluvias del altiplano.