Este viernes 15 de febrero inicia el Encuentro Nacional de Directores de Albergues y Centros de Atención para Migrantes con la finalidad de estrechar lazos de colaboración y establecer una estrategia que permita atender la realidad migratoria que se vive en el país.
En los últimos meses, varias caravanas de migrantes han partido desde Centroamérica, principalmente de Honduras, con la intención de alcanzar el llamado “sueño americano”, lo que está provocando un hacinamiento de personas en diferentes ciudades que hacen frontera con la Unión Americana.
Urgente un diagnostico de la realidad migratoria
De acuerdo con un comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), con esta reunión se busca fortalecer la comunión y conexión entre las casas de migrantes católicas del país, “escucharlos y dar a conocer los problemas fundamentales en torno al tema de la migración para que, entre todos los expertos, se busque la mejor manera de apoyar en el servicio tan importante que se brinda a nuestros hermanos migrantes”.
Además de líderes de albergues y centros de atención que administra la Iglesia católica, participarán algunos responsables de organizaciones civiles que desarrollan desde hace tiempo un trabajo en conjunto con las instancias eclesiales.
“La Iglesia católica, en fidelidad a la fe en Jesucristo, no puede pasar de largo ante el sufrimiento de nuestros hermanos migrantes que buscan mejores condiciones de vida al cruzar la frontera para trabajar y contribuir al bien común no sólo de sus familias sino del país hermano que los recibe”, asegura el texto firmado por la oficina de prensa de la CEM.
El encuentro ha sido organizado por el nuevo responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de la Movilidad Humana (DEPMH), José Guadalupe Torres, obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez, en coordinación con la Secretaría General de la CEM, que encabeza el obispo auxiliar de Monterrey, Alfonso Miranda Guardiola.
La reunión se llevará a cabo durante los días 15 y 16 de febrero, en Casa Lago, sede de la CEM en el Estado de México, “en virtud de la urgente necesidad de diagnosticar la realidad de la migración que atraviesa nuestro país”.
Con los resultados del encuentro la Dimensión de Pastoral de Movilidad Humana fijará su agenda de trabajo con las casas de migrantes “que responda de manera positiva a la realidad de las necesidades” de quienes lo requieren.
Trabajo en temas de migración y prevención de la trata
Al respecto, el responsable de la referida Dimensión episcopal, José Guadalupe Torres, dijo en un comunicado que los esfuerzos habrán de centrarse en este trienio en los siguientes retos: impulsar y coordinar mejor el trabajo de los obispos en el tema migratorio; trabajar sobre una mayor y mejor vinculación de la DEPMH con las casas/albergue para migrantes y con las redes existentes.
Asimismo, aseguró que será necesario desarrollar trabajos de formación y sensibilización en las diócesis, provincias o regiones; poder desarrollar más a fondo el tema de la Prevención de Trata de Personas en los diferentes niveles de las provincias y sus ámbitos de acción pastoral; y trabajar de manera transversal los temas relacionados con migración y prevención de trata de personas con las dimensiones de la Pastoral Social.
José Guadalupe Torres manifestó que la Dimensión a su cargo quiere promover como hilo conductor de su trabajo en este nuevo trienio los cuatro verbos propuestos por el papa Francisco en la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado en enero de 2018: “acoger, proteger, promover e integrar”.
