El padre Arturo Sosa es, por su cargo como superior general de la Compañía de Jesús, la más numerosa de las órdenes religiosas masculinas, uno de los venezolanos con mayor influencia de la Iglesia católica junto al arzobispo Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.
En un encuentro en Roma celebrado este sábado, 16 de enero, con un reducido grupo de medios, entre ellos Vida Nueva, el general de los jesuitas mostró su esperanza de que la sociedad venezolana “encuentre un camino para llegar a una solución pacífica que lleve a unas elecciones políticas que todos sientan como legítimas y como posibilidad de futuro”.
Sosa lamentó la “crítica situación” del país caribeño, debido a la grave crisis “social, política y económica”, así como el “enorme sufrimiento” de la población, que carece “de las cosas más esenciales”. Esta situación ha empujado a millones de personas a una “grandísima ola migratoria” y a que exista una “tensión muy fuerte en todos los sentidos”.
“Hace falta otro gobierno”
El superior general de la Compañía de Jesús advirtió sobre el riesgo que supone la crisis política venezolana tanto para Venezuela como para la comunidad internacional, que “se ha dividido sobre cuál es la vía para alcanzar una solución” al conflicto.
Sin citar en ningún momento al líder bolivariano Nicolás Maduro ni al opositor Juan Guaidó, autoproclamado presidente ‘ad interim’ hasta la celebración de comicios libres, el religioso recordó la postura de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), que “ha dicho claramente que piensa que hace falta otro Gobierno y llegar a elecciones” para intentar poner fin a la crisis política.
“La Iglesia venezolana ha estado muy cercana al sufrimiento de la gente no sólo desde los últimos meses, sino desde hace algunos años”, subrayó Sosa, celebrando las iniciativas de “solidaridad interna” que se llevan a cabo en escuelas, parroquias y centros sociales ligados a la comunidad cristiana.
Sintonía entre los obispos y el Papa
Pese a las críticas de algunos sectores por la supuesta falta de sintonía entre las posturas de la CEV y del papa Francisco, el general de los jesuitas aseguró que “no es verdad” que haya “dos direcciones”. “El Santo Padre ha señalado varias veces que la voz de los obispos de Venezuela es la suya”, dijo, reconociendo que “algunas veces” habla con Jorge Mario Bergoglio sobre la situación del país caribeño.
“El Papa está muy atento a Venezuela, está bien informado y mantiene una relación muy estrecha con el episcopado”. Además de mantener en los últimos meses varias reuniones con la cúpula de la CEV y con el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, Francisco recibió el pasado septiembre a los obispos venezolanos durante su visita ‘ad limina’ a Roma.
Frente al conflicto que vive el país latinoamericano, los prelados están “de parte de la gente” y “no quieren la polarización política, sino que se escuche la voz del sufrimiento humano” y conseguir un modo “para ayudar”, concluyó Sosa.