Francisco ha instado durante su homilía a los asistentes a la misa celebrada en Santa Marta hoy, 18 de febrero, a “no dar evasivas y escapar del problema”, como Caín cuando “el Señor le preguntó dónde estaba su hermano”. “La respuesta de Caín fue lavarse las manos por tratar de escapar de la mirada de Dios”, ha observado el Papa.
Bergoglio ha hecho énfasis en esas “preguntas incómodas”, como cuando Jesús le preguntó a Pedro si le amaba. “Tenemos que dejar de responder al Señor con principios genéricos que no dicen nada, sino diciendo todo lo que tenemos en nuestro corazón”, ha dicho.
Así, Francisco ha señalado que “estamos acostumbrados a dar respuestas por compromiso, a escapar del problema, a no ver el problema, a no tocar el problema”.
“El hermano hambriento, enfermo, prisionero”
“Cuando el Señor nos habla a cada uno de nosotros y nos pregunta ‘¿dónde está tu hermano?’, nos está preguntando por el hermano hambriento, el enfermo, el prisionero, el perseguido por la justicia”, ha añadido el Papa.
Por este motivo, Francisco ha señalado que cuando se piensa que el hermano hambriento “seguramente estará comiendo en la parroquia de Cáritas” se “salva la piel”, y esta es una respuesta para “lavarse las manos”. Un ejemplo concreto con el que Francisco ha dirigido esa llamada al encuentro con el necesitado a “cada uno personalmente”.
