Karl Lagerfeld, al que en su Alemania natal conocen como el Papa de la moda, ha fallecido hoy, 19 de febrero, en París a los 85 años. El que fuera director creativo del imperio Chanel durante casi 40 años se encontraba hospitalizado en un centro parisino desde hace semanas y su melena canosa y sus gafas negras habían dejado de desfilar ya desde hace más de un año por los actos de la socialité francesa.
Pese a que los medios le han situado como judío en no pocas ocasiones, el káiser de la moda no optaba por mostrar sus creencias con asiduidad. Eso sí, sorprendió años atrás en una entrevista a Vanity Fair con una afirmación sobre su fe: “Soy politeísta: todas las religiones actuales son recientes, pero prefiero la mitología griega y romana, que vive sin infierno, sin pecado (un obstáculo para la felicidad) y sin perdón”.
Así, Lagerfeld respondía en una ocasión, al ser preguntado sobre cuál consideraba que era la virtud más sobrevalorada, de forma tajante: “La hipocresía religiosa manipuladora”. Tampoco se mostraba más abierto hacia la religión en el documental ‘Karl Lagerfeld Confidential’, donde reconocía que perdonar y poner la otra mejilla no estaban entre sus preocupaciones.
Una vidente le dijo que sería cura
El propio icono de la moda relataba que una vidente le dijo que sería cura, pero su madre se opuso. A decir verdad, su vida ha ido por un lugar muy distinto, aunque su traje negro y su particular alzacuellos no se hayan separado jamás de él.
Aunque se le ha reconocido siempre como un hombre liberal, la realidad es que sus opiniones distaban mucho de esta etiqueta. Así, pese a su reconocida orientación sexual, ha mostrado su rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo. “Estoy en contra por una razón muy simple: en los años 60, todos dijeron que teníamos el derecho a la diferencia. Y ahora, de repente, quieren una vida burguesa”.
Más allá de polémicas, el mundo de la moda ha perdido hoy a uno de sus mayores talentos. El káiser de la moda ha desaparecido… Pues, como él mismo ha reconocido, odia “la idea de la muerte, prefiero desaparecer…”.