En el marco de su 50 aniversario, la Universidad de Monterrey (UDEM), México, inició este martes una nueva edición de la Cátedra de Arte Sacro en la que se abordará el tema de la importancia del legado de las vestimentas litúrgicas
La Cátedra de Arte Sacro, que este año lleva por título “Del sacerdote al pontífice. Tradición, simbolismo, color de la indumentaria litúrgica”, es única en el mundo y cuenta con el apoyo de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia y la colaboración de la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.
En su mensaje inaugural, Florencia Infante, la fundadora de la Cátedra, hizo notar que, durante 21 años de permanencia, de vigencia y de crecimiento, la Cátedra hace que se conozca a fondo todo el acervo de la civilización cristiana que ha dejado a través de la cultura y que es una referencia importante dentro del desarrollo del ser humano.
Se refirió también a la primera exposición de arte sacro dentro de la Cátedra titulada: “Tres continentes: vestimentas litúrgicas en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y Monterrey”, que tendrá lugar en la Galería 1 y 2 del Centro Roberto Garza Sada de la universidad.
Explicó que en la muestra se podrá disfrutar de 20 piezas provenientes de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, que por primera vez en la historia salen del recinto, y también piezas de la Catedral de Monterrey.
La exhibición de indumentarias, que fue curada por la antropóloga Marta Turok, incluye varias piezas que cuentan con siglos de antigüedad, por lo que será una muestra única en su tipo y una oportunidad única extraordinaria.
Al respecto, Florencia Infante destacó la importancia de la exposición, ya que las piezas que se exhiben de la Catedral Metropolitana de México por primera vez “salen al mundo de la visión mexicana; no se había sacado jamás de la Catedral”.
“Para los regiomontanos y para los estudiantes de la Universidad de Monterrey –dijo- será un placer acercarse a la belleza del arte a través de piezas que tienen muchos siglos de estar guardadas”.
Como en otros años, Florencia Infante leyó la carta enviada expresamente para la Cátedra de Arte Sacro por el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura y de la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada.
Por su parte, la investigadora Marzia Cataldi Gallo –especialista en historia del vestuario y textiles- ofreció la primera de las conferencias de la Cátedra de Arte Sacro, bajo el título “Del Sacerdote al pontífice”, reflexión que continuará este miércoles 20 y jueves 21 de febrero.
En la inauguración participó también Álvaro Fernández Garza, presidente del Consejo de la Universidad de Monterrey, quien explicó que esta cátedra se inscribe en el compromiso que se tiene de impulsar la cultura y el humanismo en la UDEM.
“Es un honor que esta Cátedra haya encontrado en la UDEM el lugar idóneo para llevarse a cabo, ya que es la única en el mundo y es muestra de promoción de valores característicos de nuestra Universidad”, indicó.
Por su parte, el rector de la UDEM, Mario Páez González, destacó que, desde sus principios fundacionales, la UDEM se concibe a sí misma como clave para la conservación y difusión de la cultura, en un marco de humanismo, en el que se busca manifestar sus valores.
“La cátedra nació con el objetivo de promover el arte sacro y hoy continúa siendo un punto de referencia único y capaz de reunir a personalidades destacadas en el ámbito artístico, religioso y cultural”, dijo.
Agregó que realizar la Cátedra de Arte Sacro en el marco del 50 aniversario de la Universidad de Monterrey representa para la comunidad universitaria un homenaje a su propia esencia, así como un recordatorio de su compromiso con el humanismo.
En tanto, el vicerrector Carlos García González afirmó que la mayor parte del legado cultural del patrimonio artístico de México se nutre en su raíz más profunda del pensamiento y del sentimiento religioso.
Comentó que, durante los siglos virreinales, el arte fue predominantemente religioso, porque la religión fue el principio unificador de la cultura novohispana. Fue ya en el siglo XIX y la etapa posrevolucionaria, en el siglo XX, en donde se experimenta una apertura en la expresión religiosa individual por parte de los artistas mexicanos y de la propia Iglesia a las modalidades estilísticas de su tiempo.
“Encuentro enormemente valioso reflexionar en esta cátedra sobre la importancia de estudiar la historia del arte, del diseño y su contexto; es clave para ustedes, estudiantes, pensar y crear conexiones tanto en el plano individual como en el colectivo”, concluyó.