“El pueblo santo de Dios nos mira y espera de nosotros no solo simples y obvias condenas, sino medidas concretas y efectivas”. Así lo ha expresado el papa Francisco hoy, 21 de febrero, en la apertura, a las 09:00 horas, de la reunión sobre ‘la protección de los menores en la Iglesia’, para la que Jorge Mario Bergoglio ha llamado a Roma a los presidentes de las conferencias episcopales, los jerarcas de las Iglesias orientales, representantes de la Unión de Superiores Generales y de la Unión Internacional de Superioras Generales, miembros de la Curia romana y el Consejo de cardenales.
Francisco ha abierto la jornadas en la Sala del Sínodo recordando que “ante el flagelo del abuso sexual perpetrado por los hombres de la Iglesia en detrimento de los menores, pensé en preguntarle a ustedes para que juntos escuchemos al Espíritu Santo y dóciles a su guía escuchemos el grito de los pequeños que piden justicia”. Y ha añadido que en el encuentro, “la carga de la responsabilidad pastoral y eclesial nos pesa, obligándonos a discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda sobre cómo enfrentar este mal que aflige a la Iglesia y la humanidad”.
“Tratar de curar las graves heridas”
Tras la oración inicial, el Papa ha pedido a los participantes comenzar el camino “con un espíritu de máxima parresía, coraje y concreción”. “Le pido al Espíritu Santo que nos apoye en estos días y nos ayude a transformar este mal en una oportunidad para la conciencia y la purificación –ha proseguido–. Que la Virgen María nos ilumine para tratar de curar las graves heridas que el escándalo de la pedofilia ha causado tanto en los niños como en los creyentes”.
El Papa ha dicho que quiere compartir con los participantes en la cumbre antiabusos “algunos criterios importantes, formulados por las distintas comisiones y conferencias episcopales. Estas son pautas para ayudar a nuestra reflexión que les serán enviadas”. “Son un simple punto de partida”, ha matizado.
Antes de dar paso a las ponencias del cardenal arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle –’El olor a oveja. Sentir las dificultades y curar las heridas, el centro de la tarea del pastor’–, y del arzobispo de Malta, Charles Scicluna –’La Iglesia como hospital de campaña. Tomar responsabilidad’–, Bergoglio ha querido agradecer a la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, a la Congregación para la Doctrina de la Fe y a los miembros del Comité Organizador por el “excelente trabajo realizado con gran esfuerzo en la preparación de esta reunión”.
