El renombrado poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal ha sido dado de alta del hospital, dos semanas después de su ingreso por una infección que acabó por complicarse.
Luz Marina Acosta, asistente de Cardenal, de 94 años, ha señalado a The Associated Press que éste ya “está en casa y sin antibióticos ni oxígeno”, y que, si bien “está muy débil, esperamos que continúe recuperándose”.
Acosta ha revelado también que Cardenal le ha enviado una carta a Francisco agradeciéndole el haberle levantado su suspensión del sacerdocio, estado en el que se encontraba desde hace 35 años.
En la carta, titulada ‘Mi querido papa Francisco’, Cardenal le cuenta al Papa que ha celebrado por primera vez la eucaristía desde su suspensión en 1983 junto al nuncio del Vaticano en Nicaragua, Stanislaw Waldemar Sommertag. “También me gustaría agradecerle por su bendición, que recibo con amor”, dijo Cardenal en su misiva.
La Iglesia Diocesana de Santiago de Compostela ha aprobado un presupuesto de 23,8 millones de euros para el ejercicio económico de 2019, cantidad en la que se engloba la retribución del clero, que alcanza una cifra de 4,7 millones. Y es que, tal como han señalado desde la diócesis, “las cifras de la iglesia en Santiago incluyen un importante esfuerzo financiero para adaptar las retribuciones del clero al nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”.
De esta manera, los sacerdotes diocesanos de Santiago de Compostela recibirán mensualmente 900 euros, lo que supone que el Instituto para la Sustentación del Clero (ISC) deba asumir una financiación de 598.050 euros destinados a los salarios de los sacerdotes.
Un grupo de activistas de Gdansk, Polonia, han derribado una estatua conmemorativa del sacerdote Henryk Jankowski, ya fallecido, sospechoso de abusar sexualmente de menores. Los activistas han motivado el gesto como un acto de protesta contra la Iglesia Católica por no haber lidiado con el escándalo de los abusos sexuales del clero. La protesta se produce justo cuando el Papa Francisco reúne a líderes de las conferencias episcopales de todo el mundo en el Vaticano para hablar sobre la violencia sexual dentro de la Iglesia.
Los activistas continuaron la protesta colocando ropa interior de niños en una de las manos de la estatua y apoyando en ella una túnica bordada blanca como la que usan los monaguillos para simbolizar el sufrimiento de los niños presuntamente abusados por el sacerdote.