‘La liturgia, referencia esencial para la catequesis’ ha sido el lema del encuentro para delegados diocesanos que se ha celebrado entre el 18 y el 20 de febrero en Madrid. Durante las jornadas, entre otras cuestiones, se ha abordado el papel de la catequesis como iniciación a la vida de oración y el papel del catequista. Por este motivo, Vida Nueva habla con Juan Luis Martín Barrios, director de la Subcomisión Episcopal de Catequesis.
PREGUNTA.- El tema escogido para las jornadas es ‘La liturgia, referencia esencial para la catequesis’. ¿De qué manera supone la catequesis un inicio para la vida de oración? ¿Se puede ‘enseñar’ a rezar?
RESPUESTA.- Sí, parafraseando el Sal 85,11 y al profeta Isaías, 32,17, podemos decir que liturgia y catequesis se besan, se abrazan, se necesitan, se contagian… Una de las tareas de la catequesis es iniciar en la oración, es decir, ayudar a los niños, jóvenes y adultos a tratar de amistad con Dios como Padre, con Jesucristo como el hermano mayor de la familia de la Iglesia, el mejor amigo, y con el Espíritu Santo como el acompañante en el camino de la vida. Por tanto, sí, se puede enseñar a orar como se enseña a hablar, a nadar, a amar.
P.- “Ayudemos al Pueblo de Dios a interiorizar mejor la oración de la Iglesia, a amarla como una experiencia de encuentro con el Señor y con los hermanos y, a la luz de esto, a redescubrir su contenido y observar sus ritos”. Con estas palabras se dirigía Francisco la semana pasada a la Plenaria de la Congregación para el Culto Divino.¿Es capaz la liturgia de “adaptarse” a lo que los fieles reclaman?
R.- Acogemos sus palabras con afecto filial. Interiorizar la experiencia de encuentro es algo esencial en la catequesis y algo consustancial en las celebraciones religiosas, tan llenas de símbolos, de signos visibles que llevan a realidades invisibles, al misterio. Es posible “adaptar” sí, pensemos en la inculturación del evangelio… Manteniendo lo esencial se pueden y se deben buscar caminos para la experiencia personal de encuentro.
P.- ¿La catequesis supone también un acompañamiento a la persona?
R.- Acompañar es consustancial en catequesis. Como los papás, las mamás y los hermanos cogen de la mano a sus niños y hacen el camino juntos… Son compañeros y acompañantes.
P.- Hace unos meses el papa Francisco instaba a los catequistas a “ser catequistas con vocación”. ¿En qué consiste esta vocación?
R.- Un catequista es una personal llamada por el Padre, a seguir a Jesucristo y, alentada por el Espíritu Santo, sirve a su Iglesia en medio del mundo ofreciendo el Evangelio, la Buena Noticia de Salvación.