Las religiosas que presiden la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) y que han participado en el encuentro contra los abusos a menores celebrado en el Vaticano entre el 21 y el 24 de febrero, han expresado su satisfacción por el clima de “escucha y entendimiento recíproco” con el que se ha celebrado la reunión.
Lo han hecho durante una rueda de prensa celebrada hoy en la que ha participado también sor Verónica Openibo, una de las ponentes en la asamblea, y que ha manifestado que percibió que algunos obispos “no estaban del todo contentos” con su intervención, donde dijo que los abusos eran un problema que también afectaba a África y Asia.
Sin embargo, también hubo “algunos obispos y cardenales” que se acercaron a ella durante el tiempo de los grupos de trabajo para pedir que les “explicase mejor” qué quería decir en algunos puntos de su discurso.
Religiosas con derecho a voto
Por otra parte, Carmen Sammut, presidenta de la UISG, ha solicitado el voto para las religiosas en los Sínodos. “Esperamos que algún día podamos ver miembros iguales a los hombres del clero, que tienen derecho a voto”, ha dicho Sammut.
De la misma manera, la presidenta ha subrayado que era la “primera vez” que un Pontífice invitaba a diez mujeres responsables de congregaciones religiosas a participar en un evento de tal importancia, ante lo cual espera que sirva de precedente y “se repita en el futuro” y que “las religiosas podamos expresar más a menudo nuestra opinión”.
Por otra parte, Summit ha señalado que los testimonios de las víctimas resultaron tremendamente “chocantes”, sintiéndose “realmente conmocionada por el hecho de que las víctimas no solo fueran abusadas sexualmente, sino también por no ser escuchadas y creídas por aquellos que tenían que protegerlas”.