El Vaticano y la Conferencia Episcopal de Australia muestran su “dolor” y “conmoción” tras la noticia de la condena al cardenal George Pell por abusos a menores. “Estamos de acuerdo en que todos deben ser iguales ante la ley y respetamos el sistema legal australiano”, han dicho en una nota los prelados, que luego ha sido suscrita por la Santa Sede. Y es que la corte australiana de Melbourne ha declarado culpable al cardenal de un delito de agresión y de otros cuatro cargos de abuso contra dos monaguillos que entonces tenían 12 y 13 años, por unos hechos ocurridos en la sacristía de la Catedral de San Patricio de Melbourne en los años 90.
“El mismo sistema legal que emitió el veredicto considerará la apelación que el equipo legal del cardenal ha presentado”, recuerdan, al tiempo que manifiestan su “esperanza, en todo momento, de que, a través de este proceso, se haga justicia”.Para garantizar el curso de la justicia, el papa Francisco ha confirmado las medidas de precaución ya establecidas contra el cardenal a la espera de la evaluación definitiva de los hechos. Es decir, Pell tiene prohibido el ejercicio público del ministerio y el contacto de cualquier forma con menores.
“La noticia de la condena del cardenal Pell por cargos de abuso sexual infantil ha conmocionado a muchos en Australia y en todo el mundo, incluidos los obispos de Australia”, explica en el comunicado el arzobispo Mark Coleridge, presidente del Episcopado. Por eso, “oramos por todos los que han sufrido abusos y por sus seres queridos, y nos comprometemos nuevamente a hacer todo lo posible para garantizar que la Iglesia sea un lugar seguro para todos, especialmente para los jóvenes y los adultos vulnerables”, subraya.
A la espera de las apelaciones
Por su parte, el director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, ha hecho suyo lo dicho por Coleridge. A la vez, ha pedido “esperar el resultado del proceso de apelación”, pues “el cardenal ha reafirmado su inocencia y tiene el derecho de defenderse hasta el último grado”. Aunque el veredicto fue adoptado el pasado 11 de diciembre, no se ha conocido hasta ahora debido a la confidencialidad con la que la Justicia australiana ha querido llevar el caso precisamente para proteger la presunción de inocencia de Pell. El cardenal, actualmente en libertad condicional, se enfrenta a una pena máxima de diez años de prisión.
Pell, que actualmente tiene 77 años, todavía es el máximo responsable de las finanzas del Vaticano como prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, aunque “en excedencia” solicitada por él mismo para hacer frente a este juicio. De esta manera, el que fuera arzobispo de Sidney se convierte en el clérigo de más rango en la Iglesia, en tanto que ocuparía el número 3 dentro del ‘staff’ vaticano, en ser condenado por estos hechos.