Los obispos de las diócesis fronterizas de EE.UU. y México convocan a reunión urgente para abordar la crisis migratoria

  • Durante dos días los titulares de las diócesis fronterizas y varios grupos católicos analizarán “los acontecimientos recientes en el fenómeno de la inmigración en la región”
  • Buscarán “desarrollar estrategias y unir esfuerzos para abordar algunos problemas como la xenofobia y el racismo”

Los obispos de las diócesis fronterizas de EE.UU. y México convocan a reunión urgente para

Del 25 al 27 de febrero los obispos de las diócesis fronterizas de los Estados Unidos y México, junto con representantes de varios grupos de inspiración católica involucrados en el tema de la justicia social, se encuentran reunidos de forma urgente en El Paso, Texas, para abordar “los acontecimientos recientes en el fenómeno de la inmigración en la región”.

De acuerdo con la agencia Fides, órgano de información de las Obras Misionales Pontificias, participa en esta reunión el sacerdote Robert Stark, de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio Vaticano para el Desarrollo Humano Integral, y al menos 14 obispos, incluidos los de las diócesis de Brownsville, El Paso, Las Cruces y San Antonio, además de representantes de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos y otras organizaciones trabajan en el ámbito de la justicia social.

En busca de estrategias

Al respecto, Dylan Corbett, director ejecutivo del ‘Hope Border Institute’ de El Paso, uno de los organizadores del evento, explicó en una nota enviada a Fides que la reunión ayudará a los grupos a desarrollar estrategias y unir esfuerzos para abordar algunos problemas como la xenofobia y el racismo.

En ese marco se llevará a cabo un evento público abierto a personas de todas las religiones, con la ‘Bendición del desierto’, lugar donde muchos migrantes mueren o se enfrentan a peligros que luego los llevan a perder la vida.

“Bendeciremos el desierto para recordar a todos los que lucharon o murieron”, entre ellos Jakelin Caal, una niña de 7 años que murió de deshidratación a principios de diciembre, y Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, quien falleció en la víspera de Navidad. Ambos eran de Guatemala y estaban supervisados por oficiales de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos en el momento de su muerte.

Símbolo de división y enemistad

Cabe recordar que el pasado 15 de febrero, día en que el presidente norteamericano Donald Trump declaró la emergencia nacional para comenzar a construir el muro entre los Estados Unidos y México, los obispos católicos de ambos países, incluidos cuatro cardenales, hicieron pública su oposición: “En nuestra opinión, un muro fronterizo es sobre todo un símbolo de división y enemistad entre dos países amigos”.

En una declaración por separado, el presidente de los Obispos de Estados Unidos, el cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston, y el obispo Joe S. Vasquez de Austin, Texas, presidente de la Comisión de Migración de la USCCB, declararon estar “profundamente preocupados por la acción del Presidente para financiar la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, que elude la clara intención del Congreso de limitar el financiamiento de un muro”.

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