El que fuera prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, George Pell, pasará hoy su primera noche en prisión después de que fuera puesto bajo custodia policial tras darse a conocer que ha sido condenado por un delito de agresión sexual y otros cuatro de abusos a dos menores durante los años 90.
El purpurado ha sido trasladado a una prisión preventiva de Melbourne, situada en el distrito de negocios de la ciudad cerca de la Corte del condado donde hoy ha participado en la vista en la que se le dio a conocer el auto del juez.
Pell, de 77 años, acudió el miércoles para escuchar la sentencia a la Corte de Melbourne y salió detenido después de que revocaran la libertad bajo fianza de la que gozaba. “Este delito justifica el encarcelamiento inmediato”, dijo el fiscal Mark Gibson en una sala de audiencias abarrotada, que estaba llena de periodistas, abogados y miembros del público. “Se trataba de dos niños vulnerables”, añadió.
La condena se conocerá el 13 de marzo
Mientras los abogados de Pell preparan el recurso de apelación, le presentaron al juez responsable del caso en la Corte de Melbourne diez declaraciones escritas en defensa de la inocencia del purpurado, incluidas una del ex primer ministro australiano John Howard. “Ninguno de ellos cree que es capaz de esto”, dijo a la corte Robert Richter, abogado que representa a Pell.
Sin embargo, el juez Peter Kidd desestimó esta petición y el próximo 13 de marzo anunciará la condena que impondrá al prelado que se enfrentaría a diez años de cárcel por los cinco cargos por los que fue declarado culpable. El cardenal fue recibido con gritos y abucheos a su entrada en los tribunales. “¡Eres una basura, eres diabólico, eres un monstruo!”, le increparon.