El prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Fernando Filoni, ha alabado la importancia del acuerdo provisional entre el Vaticano y China para el nombramiento de obispos como elemento “de gran ayuda para la Iglesia Católica” del país. Lo ha hecho durante su visita a Macao donde ha inaugurado las nuevas instalaciones de la Universidad católica de San José de la antigua colonia portuguesa.
Filoni recordó que en Macao y Hong Kong siguen siendo los únicos lugares en toda China donde se acepta la autoridad del Papa. A pesar de eso, ha señalado a los medios locales que “China ya está muy abierta en el comercio o en la vida política” y el acuerdo “será muy bueno para la Iglesia en el futuro y también para China”. Un acuerdo, subrayó, que “no es político, no es diplomático, sino pastoral”.
Este texto provisional, para el cardenal “es una esperanza para todos”. Aunque Filoni no disimula las posibles dificultades: “En la vida siempre hay dificultades, pero primero debemos establecer una confianza mutua y esta será muy útil para la comprensión de todos”. Una primera dificultad que se espera superar es la posibilidad de que estudiantes de la China continental puedan estudiar en la universidad católica. “La cultura no puede limitarse a unas pocas personas o a unos pocos lugares”, sentenció al respecto.