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10 palabras para empezar la Cuaresma con buen pie





Carl Spitzweg, pintor del Romanticismo alemán del siglo XIX, tiene un cuadro titulado ‘Miércoles de Ceniza’, elaborado entre 1855 y 1860. En él no se presenta ningún rito litúrgico, sino que dentro de un calabozo vemos un arlequín encarcelado, símbolo del ‘Espíritu del Carnaval’ confinado mientras medita y reflexiona sobre los excesos y locuras de los días pasados. La luz que atraviesa los barrotes le ayuda a mirar el tiempo de 40 días que tiene por delante para levantar el ánimo.

‘Miércoles de Ceniza’ (1855-60) de Carl Spitzweg

La ceniza también representa ese carácter purificador de la Cuaresma, el tiempo litúrgico de la penitencia y la conversión por antonomasia. Por eso Vida Nueva, en este inicio de cuaresma repasa algunas de las palabras que pueden iluminar estas semanas de preparación a la Pascua.

1. Ceniza

Los civilizaciones antiguas, también la bíblica, tenían ya interiorizado el gesto de cubrirse con ceniza la cabeza como señal de luto o de arrepentimiento profundo. También en el cristianismo formó parte del proceso penitencial como señal de conversión. De ahí se institucionalizó en Roma un rito de imposición de ceniza al iniciar los cuarenta días de penitencia y conversión. Tiempo necesario, según la biblia, para que las decisiones maduren.

2. Ayuno

Francisco recomienda “ayunar, o sea aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con las criaturas: de la tentación de “devorarlo” todo, para saciar nuestra avidez, a la capacidad de sufrir por amor, que puede colmar el vacío de nuestro corazón”.

3. Oración

Una de las claves espirituales de la cuaresma. En el mensaje para este año, el Papa pide “orar para saber renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo, y declararnos necesitados del Señor y de su misericordia”.

4. Limosna

“Dar limosna para salir de la necedad de vivir y acumularlo todo para nosotros mismos, creyendo que así nos aseguramos un futuro que no nos pertenece. Y volver a encontrar así la alegría del proyecto que Dios ha puesto en la creación y en nuestro corazón, es decir amarle, amar a nuestros hermanos y al mundo entero, y encontrar en este amor la verdadera felicidad”, según Bergoglio.

5. Misericordia

“La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales”, escribía Francisco en su mensaje para la Cuaresma del Año de la Misericordia en 2016.

6. Pobreza

“Que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza”, deseaba el papa Francisco en 2014.

7. Conversión

“Conviértete y cree en el Evangelio” (Mc 1,15) es una de las frases que más repetirán los sacerdotes en el Miércoles de Ceniza. Un versículo que recoge bien el espíritu penitencial del tiempo. Las lecturas de la liturgia del día son eminentemente expresivas al respecto: “Volveos al Señor, vuestro Dios, y desgarrad vuestro corazón en vez de desgarrar la ropa…”(Joel 2, 13), se lee en la primera lectura. La Cuaresma es acoger la invitación de Jesús para ir a lo más profundo de nosotros mismos, a ser coherentes y sinceros a la vez que nos soñamos mejores.

8. Corazón

“Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI. Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro”, escribió Francisco en su mensaje para la Cuaresma de 2015.

9. Alegría

La Cuaresma no es el tiempo de las caras largas o avinagradas. Es el momento de una profunda alegría esperanzada. “Nuestro mundo, necesitado de Resurrección, espera sobre todo del cristiano que dé razón de su esperanza” escribía José María Avendaño en el Pliego de Cuaresma de Vida Nueva en 2011. Y es que la Cuaresma es “un camino de preparación para celebrar y vivir a fondo el misterio central de nuestra fe, que es la Resurrección de Jesucristo y la promesa de nuestra propia resurrección. En realidad, la Cuaresma presenta una visión alegre del mundo”.

10. María

El ‘Stabat Mater’ es el himno mariano por excelencia de este tiempo de Cuaresma. Las imágenes de la Dolorosa que procesionarán por las calles durante la Semana Santa nos ayudan a entrar en la auténtica Pasión de Jesús. “¡Oh dulce fuente de amor!,/ hazme sentir tu dolor/ para que llore contigo./ Y que, por mi Cristo amado,/ mi corazón abrasado/ más viva en él que conmigo”, versionó Lope de Vega.

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