Según un informe de la Oficina Central de Estadísticas de la Iglesia, en 2017 el número de católicos ha aumentado en 14 millones en todo el mundo, llegando así al total de 1.313 millones de cristianos católicos. “En una población mundial de 7.408 millones, los católicos bautizados son el 17,7 por ciento”, han destacado, repartidos en mayor o menor medida según el continente: “48,5 por ciento en América, 21,8 por ciento en Europa, 17,8 por ciento en África, 11,1 por ciento en Asia y 0,8 por ciento en Oceanía”.
De estos datos se desprende, además, que desde 2016 el número de católicos ha aumentado un 2,5 por ciento en África, un 1,5 por ciento en Asia y un 1 por ciento en América. Por su parte, Europa tiene una tendencia de crecimientos de católicos prácticamente nula con un 0,1 por ciento.
Sin embargo, el informe revela también que el número de sacerdotes se ha reducido en un 0,7 por ciento entre 2016 y 2017, lo que significa que en el mundo hay 115.328 sacerdotes católicos. “La imagen de los flujos continentales parece satisfactoria en la Iglesia africana y asiática, mientras que en Europa y América la disminución es muy evidente”, ha señalado la Oficina de la Santa Sede.
De la misma manera, el Vaticano ha destacado que es la primera vez desde 2010 que se registra un descenso, si bien ha crecido “el número de obispos, diáconos permanentes, misioneros laicos y catequistas”.
El Parlament ha pedido a la Iglesia, a través de una declaración institucional, que comunique a la justicia ordinaria “los casos de posibles abusos sexuales de los que tenga conocimiento” por parte de sus clérigos. La declaración, que ha sido aprobada por unanimidad de todos los grupos, “condena las palabras y actitudes que pretendan restar gravedad a los abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes”.
La declaración del Parlament lleva por título ‘De apoyo a las víctimas de abusos sexuales’, y en ella se recuerda que en 2017 se presentaron en Catalunya 549 denuncias por abusos sexuales, a quienes se manifiesta el apoyo total por parte de la institución.
Esta condena por parte de la Cámara llega tras las declaraciones de Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, el pasado 6 de febrero, en las que decía que los sacerdotes “han podido tener sus errores y han podido tener sus faltas, pero no son tan graves como para poder decir que tienen que ser secularizados, de ninguna forma”. Un día después Pujol matizaba que este tipo de actuaciones son “gravísimas” e “impropias de nadie, mucho menos de un clérigo”.
El equipo de atletismo de la Santa Sede, formada por empleados del Vaticano y ciudadanos, ha acogido como nuevo miembro a Jean-Paul Vesco, obispo de Orán (Argelia), según ha recogido Italpress. “Cuando era niño tenía el proyecto de ser atleta, y como adulto correr ha vuelto a mi vida”, ha dicho el obispo. “He descubierto que la motivación para estas grandes distancias no es competir con los demás, sino escucharte a ti mismo”, ha añadido.
“San Agustín dice que el canto es rezar dos veces. No sé qué hubiera dicho si hubiera sido un corredor, pero la carrera es para mí un lugar de meditación y disponibilidad interior especial”, ha dicho, añadiendo que recuerda haber sido consciente de la llamada al ministerio sacerdotal “en un momento en que mi vida era demasiado ruidosa para escucharla en cualquier otro lugar además del ritmo de la carrera del desierto”.