El cardenal y arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin conocerá hoy la sentencia tras haber sido juzgado por el posible ocultamiento de agresiones sexuales cometidas por un sacerdote de su diócesis. El caso ha conmocionado a la opinión pública francesa a pesar que el prelado se había declarado como no culpable durante las sesiones en el tribunal.
A la espera de que se conozca el veredicto, la fiscalía no ha pedido pena de cárcel ni para el cardenal ni para otros 5 antiguos miembros de la curia diocesana que habrían encubierto, presuntamente, los abusos de un sacerdote a menores hace 25 años.
Una nueva era
El caso salió a la luz púbica en 2015 cuando trascendieron las denuncias de varios scout que formaban parte de un grupo animado por el sacerdote Bernard Preynat, quien vivirá su propio juicio por unos hechos que habrían sido cometidos entre 1986 y 1991. Desde entonces el abogado de las víctimas ha luchado por sentar al cardenal en el banquillo algo que para los denunciantes es ya “el inicio de una nueva era”. Y es que, antes de este juicio los cargos habían sido previamente archivados. El juicio se desarrolló durante 4 días en enero en la sala C del ‘Tribunal de Grande Instance’ de Lyon, el mismo lugar en el que se dará a conocer la sentencia.
La sentencia se conoce a los pocos días del encuentro celebrado en el Vaticano con los presidentes de las conferencias episcopales. Además, el prelado durante el interrogatorio de 3 horas que vivió en el tribunal confirmó que en su actuación siempre respetó “lo que Roma me pidió que hiciera”. La defensa del cardenal ha reiterado que este no es un juicio a toda la Iglesia, sino a unos hechos determinados.