Para ellas todos los días son día de la mujer. Tienen en el pecho un mismo sentir: ‘defender la dignidad y la vida’ de otras, especialmente de las que sufren el flagelo de la exclusión y el maltrato. Lo han dado todo por la construcción del Reino con rostro de mujer, especialmente en una Colombia donde la violencia, la corrupción, la desigualdad, la pobreza y el desencuentro político no terminan de abrir los caminos de la paz, el perdón y la reconciliación.
Vida Nueva conversó con cinco de estos rostros de la Iglesia para celebrar hoy 8 de marzo, un día que el mundo dedica a todas las mujeres. Este quinteto ha dado la vida por aquellas que sufren los rigores de la indiferencia, de la trata, del desplazamiento forzado, de la migración, son los rostros de una iglesia que sale al encuentro.
La religiosa de la Orden de la Compañía de María ha expresado también que hoy es “un día para hacerle eco al silencio de todas aquellas a las que ha silenciado la violencia para con ellas esperar y empujar la paz. Un día, para unirnos a las mujeres que marchan y hacen huelga en todos los rincones del mundo, ayudándonos a mantener la memoria. Para con ellas, ponerle rostro y nombre a tantas situaciones que degradan, invisibilizan, laceran la dignidad de la mujer”.
“Un día para celebrar con las que sostienen la vida, aran la tierra, movilizan pequeñas y grandes organizaciones, sostienen la esperanza de sus comunidades, motivan el cambio. Un día para resistirnos a que sea solo un día”, finaliza.
Para la religiosa vicentina “nuestro sueño es seguir aportando un granito de arena por la vida y la dignidad de las mujeres, que sean respetadas y valoradas”. Ha acotado que el flagelo de la trata de personas es un fenómeno global que sigue afectando en altísima escala a las niñas y a las mujeres, por lo cual cree que efeméride de hoy 8 de marzo es una excelente ocasión para visibilizar este fenómeno ante la opinión pública e invitar a toda la sociedad, a la Iglesia, congregaciones, escuelas, a todos los que se comprometen por los derechos de las mujeres”.
“Nuestra consiga es una mano más, es una víctima menos, yo vivo mi vida consagrada muy feliz, porque creo que nos situamos en este ámbito del compromiso profético de la vida consagrada en favor de la mujer. No basta decir que las mujeres somos importantes que tenemos un papel indiscutible en la iglesia y en la sociedad, sino que es necesario que tengamos en cuenta que seguimos siendo amenazadas de múltiples maneras y la mejor forma de celebrar este día es enarbolando la bandera de la dignidad y del respeto a nuestra identidad sagrada”, ha puntualizado.
“Para mí es muy importante la palabra mujer, la mujer es ese ser que Dios pensó desde siempre, es la persona que va más allá de la parte biológica. Es madre, es discípula y es servidora. Además tiene unas características especiales por su valentía y por su perseverancia”, ha dicho.
Martha hace una invitación a todas las mujeres en su día “a ser fuertes y valientes, motivadoras de los semilleros vocacionales, necesitamos nuevas vocaciones para nuestra iglesia. Vale la pena trabajarle a la iglesia, vale la pena servirle a la iglesia”.
“Todo ser humano es en esencia el aliento de Dios, en cada uno palpita la vida del creador prolongando sus gracias a la humanidad, confiando en las mujeres el cuidado, la protección y la solidaridad. El género femenino recibió desde la eternidad la misión de portar la vida que Dios sigue insuflando en su creación que cada día se renueva en su indescriptible Amor. Un bendecido día de la mujer desde nuestra misión adoratriz”, ha expresado.
En este día ha recordado especialmente a esas mujeres migrantes que sufren mucho el desarraigo, pero que a la vez son unas guerreras, pues en medio de su vulnerabilidad logran sacar adelante a su familia e hijos.
Finalmente ha manifestado ser una persona que Dios ha llamado y enviado para anunciar la buena nueva en su nombre: “me siento feliz de estar al servicio de mis hermanas migrantes, un abrazo inmenso a todas en su día y a todos los hombres también pues de una manera u otra actúan con ese gesto femenino y de amor de brindar protección a las mujeres”.