‘Riesgos y amenazas de las redes sociales’. Bajo este título se dio apertura al ciclo de conferencias que del 7 al 10 de marzo se realizan en el Ágora de Corferias, en Bogotá en el marco de Expocatólica 2019, el evento que ha convocado a más de 160 organizaciones de Colombia y el mundo para compartir experiencias creativas e innovadoras de la Iglesia.
La congregación de las Paulinas tuvo como invitado a Luis Miguel Ángel Cepeda, especialista 2.0, titulado en electrónica por la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, quien ha dedicado parte su vida profesional (20 años) a la informática y a la seguridad digital. Además es autor del libro ‘Ciberpadres de familia 2.0: seguridad en la red para la familia’, una guía completa sobre seguridad informática para prevenir situaciones de riesgo de niños, niñas y adolescentes.
Familia: el primer filtro
“Ser ciudadano 2.0 implica incluso una mayor responsabilidad que en la vida normal”. Así inició su intervención Cepeda, quien enfocó su análisis en tres bases fundamentales: familia, conocimiento y sentido común, los cuales son esenciales y complementarios y se deben tener muy en cuenta para lograr la prevención de esos riesgos latentes.
“Vamos a hablar de valores, lo que voy a decir aquí va más allá de cosas técnicas, casi el 95% de las amenazas digitales se convierten en riesgo potencial por culpa del destinatario más débil que es el ser humano. Hay que pensar en el ser humano, que estamos perdiendo, que se han disparado en las estadísticas la pornografía infantil, el sexting (fotos eróticas), el grooming (hacerse pasar por menor), entre otros”, ha dicho.
Por tanto, para el especialista, la familia es el primer filtro para lograr la protección de nuestros hijos, por lo cual será esencial crear espacios de diálogo: “si dedicamos al menos 10 minutos [diariamente] para conversar con ellos, escucharlos, sería una gran ganancia, pues los cibercriminales siempre estarán dispuestos a escucharlos para manipular”.
Estar alertas con ‘ponderación’
En cuanto al sentido común, es importante considerar los distintos riesgos de colocar aspectos de la vida cotidiana en la red. En este punto el autor inquiere: ¿qué pasaría si colocamos datos importantes o muy íntimos en las redes? Para ello realizó un ejercicio para demostrar lo peligroso que puede resultar compartir información muy personal en las redes, donde se exponen a estafas, acoso, robos y extorsiones. “El sentido común debe empezar primero por los adultos, debemos ser su ejemplo”, acotó.
Asimismo hizo demostraciones de los engaños a través de la red con uso de programas de falsificación de videos, con los cuales personas inescrupulosas, sin necesidad de muchos conocimientos técnicos, aprovechan elementos de las mismas redes para hacer suplantación de identidades como el grooming o cuando un adulto se hace pasar por niño o un adolescentes. Ante esto el especialista advirtió al auditorio estar atentos.
Otro de los aspectos que han generado mucha alarma entre la ciudadanía es el de los retos como ‘ballena azul’ y del Momo, que incluso han cobrado la vida de muchos niños y jóvenes desprevenidos: “esto se solventa con la comunicación, y ponderarlo con cuidado, pues muchas veces creamos una paranoia y esa misma lo hace peligroso”.
Riesgos latentes en la red
La red puede ser más peligrosa de lo que aparenta. Muchos padres, madres y maestros están en desconocimiento de los riesgos que acarrean las redes sociales, chat, videojuegos, entre otros. El ponente hizo énfasis en las amenazas que trae consigo la pornografía infantil, sexting (fotos eróticas) y la llamada pornovenganza, pues “hay mercados que pagan por ese material, llevando a muchas víctimas al suicidio debido a que este tipo de material es casi imposible eliminarlo una vez colgado en varios servidores”.
Por otra parte, detalló una lista extensa de otras amenazas en las redes sociales como oversharing (compartir convulsivamente contenido), vamping (desvelo por uso exagerado de redes), trolls y haters (burla y acoso con uso de imágenes), fakenews (noticias falsas) que ponen en riesgo la seguridad física y psicológica de niños y jóvenes.
Finalmente el especialista ha asegurado que no hay una forma concreta en cuanto al uso de tecnologías para evitar estos riesgos, al tiempo que hizo un llamado a los padres para combinar seguridad informática con educación en valores, porque “un niño que está bien formado en honestidad, responsabilidad, entre otros valores, no será presa fácil de acosadores y ciberdelincuentes”.