Episcopado y adoratrices en solidaridad con las mujeres de Colombia

  • Los obispos han enviado un saludo en su día, resaltando el rol que cumplen en la sociedad
  • Las adoratrices han destacado que “la explotación sexual en la prostitución y las violencias que de allí se derivan no se debaten, por el contrario, se combaten”

Episcopado y adoratrices en solidaridad con las mujeres de Colombia

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y la congregación Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad de Colombia, han expresado sendos mensajes de solidaridad y salutación en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. En un país que busca la paz duradera, las mujeres son las piezas clave para la construcción de caminos de diálogo y entendimiento.

“No pierdan el don de la ternura”

El episcopado colombiano, en voz de su presidente Oscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio, envió su saludo a todas las mujeres del país y les ha pedido “no perder el don de la ternura”, tal como lo refiere el equipo de prensa de la CEC en su portal.

Urbina ha resaltado la gran misión que desempeñan en la familia y en la sociedad: “hoy quiero hacerles un homenaje de reconocimiento, especialmente a las mamás, a las abuelas, a todas las profesionales que van llevando espacios de la vida nacional y pedirle a Dios que nunca la mujer renuncie a su vocación, su misión y a algo especial que Dios les dio en abundancia, su ternura”.

Combatir la explotación sexual

Por su parte, las religiosas adoratrices de Colombia también se han solidarizado con las mujeres en su día a través de un comunicado en el que han invitado a “rememorar los acontecimientos históricos liderados por mujeres y para mujeres, que han contribuido a transformar una sociedad y a romper los paradigmas patriarcales en pro de la vida, la dignidad y los derechos humanos”.

Esta congregación no ha sido indiferente ante esta realidad y durante décadas su misión ha estado orientada a promover la vida, la libertad, el empoderamiento, la dignidad y el respeto por los derechos humanos de las mujeres: “la explotación sexual en la prostitución y las violencias que de allí se derivan no se debaten, por el contrario, se combaten”.

Denuncian que hay un sistema de esclavitud que se lucra con cadenas invisibles de trata, mercantiliza y comercializa los cuerpos de los seres humanos, legitimando la explotación y promoviendo la inequidad de género.

Foto: El País

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