Aunque sea en las profundidades y no haya trascendido visiblemente a la superficie del paisaje, lo cierto es que se está produciendo todo un movimiento sísmico en la Iglesia con la toma de conciencia de que el 95% de sus miembros son laicos: ni sacerdotes, ni religiosas, religiosos o consagrados. Y estos laicos no son el objeto de la misión evangelizadora de los no laicos, sino verdaderos corresponsables de la misión del Pueblo de Dios en salida.
“Pueblo de Dios en salida” es, precisamente, el camino que la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS) ha propuesto para hacer efectivo el paso de un laicado concebido como consumidor de actividades eclesiásticas a un laicado corresponsable. Habrá un congreso nacional de laicos, sí, pero ‘Pueblo de Dios en salida’ no es solo el título: es también el antes y el después.
“Se trata de un camino protagonizado por los laicos. Empieza antes del Congreso y planteará líneas concretas de proyección del laicado para los próximos años”, explica a Vida Nueva Luis Manuel Romero Sánchez, director del Secretariado de la citada comisión episcopal.
La Plenaria de la Conferencia Episcopal de abril de 2018 aprobó la celebración del Congreso Nacional de Laicos. Encargó su organización a la CEAS, que informó de los avances durante la Comisión Permanente, celebrada los pasados 26 y 27 de febrero. El sábado 9 de marzo se celebra en Madrid un encuentro con los delegados diocesanos de apostolado seglar y presidentes de asociaciones de movimientos laicales para presentarles el itinerario, escuchar y recoger sugerencias: serán unas 90 personas, y un momento clave en el impulso de este camino.
El proceso tendrá el marcado carácter sinodal, de discernimiento y espiritual que Francisco quiere imprimir en la Iglesia. La primera etapa (precongreso) será en el ámbito diocesano, de los movimientos y asociaciones hasta octubre de 2019. Se organizarán grupos de laicos para reflexionar, con el método de la lectio divina, a la luz de la exhortación Gaudete et exsultate, sobre la vocación universal a la santidad, y para trabajar el documento-cuestionario “Un laicado en acción”. Las experiencias y sugerencias se recogerán en un encuentro diocesano, y servirán para elaborar un Instrumentum laboris entre noviembre de 2019 y enero de 2020. Romero calcula que unas 45 diócesis de 69 trabajan ya los materiales que se les ha distribuido.
La segunda etapa será propiamente el Congreso “Pueblo de Dios en salida”, del 14 al 16 de febrero. No será un congreso al uso de ponencias: “Es un congreso de laicos, preparado por los laicos, en el que van a hablar los laicos; ellos mismos harán las propuestas concretas de acción para los próximos años”, asegura Dolores García, presidenta del Foro de Laicos, y miembro de la comisión organizadora.
“Los laicos serán el 95% de los participantes y los que hablarán; los obispos, escucharán”, confirma Luis Manuel Romero Sánchez, que avanza a Vida Nueva los cuatro temas que vertebrarán el Congreso: primer anuncio, acompañamiento, formación y presencia pública.
“Nos importa mucho que después no quede en papel mojado”, afirma Dolores García. Por ello, la tercera etapa, o postcongreso, “tratará de concretar las líneas de acción en la realidad diocesana y de los movimientos y asociaciones, potenciándose el seguimiento mediante acciones a través de encuentros periódicos que ayuden a reforzar la vocación e impulsar la misión de los laicos”, explica.