El proceso de beatificación de Don Vasco de Quiroga se sigue analizando en Roma, y el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos confía en que muy pronto esa Iglesia particular pueda invocarlo como intercesor en el cielo.
“La Arquidiócesis de Morelia es heredera de su gran preocupación pastoral por construir en estas tierras una sociedad donde se viviera la igualdad, el respeto a la dignidad y la fraternidad entre las personas”.
El también vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano reveló que hay un milagro que se debe a la intercesión de Don Vasco; “se trata de una persona con problemas en los riñones que lo invocó. Ya se está estudiando en México y se llevará a Roma para su estudio, de resultar verdaderamente un milagro, en un año aproximadamente se estaría teniendo avances en la beatificación.
Una sociedad más fraterna
El Arzobispo de Morelia recordó que el próximo 14 de marzo se conmemorará el 454 Aniversario de la muerte de Don Vasco de Quiroga, primer Obispo de Michoacán y promotor y defensor de los derechos y libertades de los pueblos indígenas en México.
En este sentido, Garfias hizo un llamado a los fieles para que, a ejemplo de “Tata Vasco”, “sigamos luchando por una sociedad fraterna y solidaria, por una comunidad humana donde cada mujer y cada hombre sea valorado, agradecido como un don, respetado y promovido hacia su plenitud”.
En su mensaje dominical ante los medios de comunicación, recordó que Don Vasco urbanizó muchas localidades, principalmente en la región lacustre, concentrando sus principales barrios en Pátzcuaro, las cuales proveyó de hospitales e industrias, por lo que se ganó el afecto de los purépechas gracias a sus obras y a las medidas económicas que promovió.
Para el Arzobispo de Morelia, Don Vasco fue un ejemplo de servicio y amor a los pobres, “constructor de una nueva sociedad en armonía y amor, cuyo ejemplo sigue tan vivo, que aún en nuestras pequeñas comunidades, oímos hablar de ‘Tata Vasco’, el hombre cuyo ejemplo sirvió para moldear este pueblo que tiene sed de volver a sus orígenes más puros de convivencia en el amor de Dios”.