Un sacerdote, una religiosa y cuatro trabajadores de una ONG católica, entre los fallecidos en el accidente de avión etíope

  • El presbítero, de 40 años, era de la Congregación de los Misioneros de Marianhill y llevaba poco más de un año ordenado
  • La monja y enfermera estadounidense Florence Wangari, de las Hermanas de Notre Dame de Angers, iba a renovar su pasaporte a Nairobi

Un sacerdote, una religiosa y cuatro trabajadores de una ONG católica, entre los fallecidos en el

Tras comunicárselo a sus familias se van conociendo las identidades de las 157 personas, dos de ellas españolas, que han perdido la vida en el accidente del avión de Ethiopian Airlines que se precipitó el pasado domingo en las cercanías de Adís Abeba, capital de Etiopía.

Tras el telegrama enviado en nombre del Papa, los medios locales han confirmado que entre las víctimas mortales se encuentran un sacerdote de la Congregación de los Misioneros de Marianhill, una religiosa estadounidense y cuatro trabajadores de la agencia humanitaria creada en Baltimore ‘Catholic Relief Services’ (Servicios de Auxilio Católico).

Riesgos y sacrificios 

El sacerdote, George Kageche Mukua, tenía 40 años y había sido ordenado presbítero el 30 de noviembre de 2017. Originario de Kenia pertenecía a la provincia religiosa de Alemania de los Misioneros de Marianhill, congregación de la que formaba parte desde 2004.

La monja fallecida, Florence Wangari, pertenecía Hermanas de Notre Dame de Angers y, según los medios locales, realizó este viaje desde Goma donde estaba destinada como enfermera para hacer las necesarias gestiones para renovar su pasaporte.

La asociación ‘Catholic Relief Services’ (CRS) ha emitido un comunicado lamentándose por la muerte de Sara Chalachew, Getnet Alemayehu, Sintayehu Aymeku, y Mulusew Alemu. 4 trabajadores de la asociación humanitaria que iban hacia Nairobi para participar en una sesión formativa de la entidad católica. “Aún en medio del dolor, celebramos las vidas de estos colegas y sus altruistas contribuciones a nuestra misión, a pesar de los riesgos y sacrificios que con frecuencia conlleva el trabajo humanitario”, se lee en el comunicado del CRS.

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