El cardenal australiano George Pell ha sido condenado a seis años de cárcel por cinco delitos de pederastia contra dos menores. Así lo ha dictaminado el Tribunal del Estado de Victoria, que precisó que Pell deberá cumplir tres años y ocho meses de la condena antes de pedir libertad condicional, lo que podría hacer a partir de octubre de 2022. Además, el purpurado firmará en el registro australiano de agresores sexuales, donde la sentencia subraya que permanecerá “de por vida”.
Los hechos por los que Pell ha sido condenado tuvieron lugar hace unos veinte años y las víctimas fueron dos niños de 13 años pertenecientes al coro de la catedral de St Patricks, en Melbourne.
Un ataque descarado
Aunque ya en diciembre fue declarado culpable, no ha sido hasta hoy cuando ha tenido lugar la lectura de la sentencia. En ella, el juez Peter Kidd subraya que el era arzobispo de Melbourne cuando tuvieron lugar los abusos, actuó con “sorprendente arrogancia”. El magistrado subraya en la sentencia cómo el abuso tuvo lugar cuando el prelado estaba vestido con los ornamentos propios de la celebración, calificándolo como “un ataque sexual descarado y forzado contra las víctimas”.
El auto también recoge durante la vista oral el prelado “mantuvo su inocencia, que es su derecho” y no mostró “remordimiento o contrición”. Con todo esto, Kidd reconoce en la sentencia que la decisión sobre la pena adoptada “no fue sencilla” en tanto que tomó en cuenta tanto la edad como el estado de salud del cardenal.
Los abogados del que fuera el máximo responsable de la economía vaticana ya anunciaron recurso a la sentencia. La sesión de apelación tendrá lugar el próximo mes de junio. Desde el 27 de febrero, el purpurado permanecía en prisión preventiva.