“Quiero aclarar que en ningún momento fue mi intención restar importancia a lo que haya podido pasar en el pasado respecto al hermano Andrés Soler. Y mucho menos era mi intención herir o menospreciar el sufrimiento que el señor Miguel Hurtado –víctima de Soler, monje de la abadía de Montserrat– haya podido tener, o las consecuencias que esto haya podido tener en su vida. Por lo tanto, me disculpo públicamente por una expresión desafortunada que tuve respecto a que a él eso le iba bien”. De esta manera ha pedido disculpas hoy, 14 de marzo, Cinto Busquet, párroco de Santa María y San Nicolás de Calella, perteneciente al obispado de Girona.
En unas declaraciones de ayer en los micrófonos de Radio Calella –recogidas por Vida Nueva–, el sacerdote afirmaba que “en este momento, a 25 años de distancia, aquel chico de 17 años, que no me parece que era muy abusado, sino que estaba en un juego que ya le iba bien, que saque esto contra Montserrat durante el proceso político que vivimos y todo lo que ciertos medios han dicho de Montserrat para descalificar, sabiendo lo que representa Monserrat en el imaginario catalán, me huele a chamuscado”.
El clérigo ha insistido en que no quiso restar importancia a los casos de abusos en Montserrat. Al mismo tiempo, ha querido expresar su convicción de que “la Iglesia ha puesto los remedios para que todas estas acciones no se vuelvan a repetir”. Y ha continuado: “Agradecería que los medios y la sociedad reconsideraran las cosas en su justa proporción, sabiendo que es un problema grave de toda la sociedad en diversos ámbitos, y que también la Iglesia desgraciadamente ha quedado tocada, pero no debemos ver sospechas en todos sus miembros, ni tampoco en su gestión, que es lo que ayer quería expresar”.
En su opinión, como dijo ayer, estos casos han sido utilizados por algunos medios para atacar a Cataluña. Unas declaraciones a las que ha respondido el propio Hurtado afirmando que el párroco “hace apología de la pederastia”. No obstante, tras leer sus disculpas las ha aceptado, a la vez que le ha recordado que “para defender a la Iglesia no hace falta atacar a las víctimas”.
Para el sacerdote, “el problema más grave –en la crisis de abusos– es que los obispos, que en el fondo son los que tenían la responsabilidad, no han tenido conciencia en su momento de la seriedad y de lo que conllevaban actos de este tipo”, indicó. Y añadió: “En vez de parar los pies y hacer investigaciones de fondo y si había una equivocación de este tipo retirar del cargo y del ejercicio del ministerio, fueron pensando que era un mal momento y que ya saldría adelante”.
Tampoco ha perdido el cura la oportunidad de hablar sobre la situación catalana en el programa radiofónico. Mientras acusa a la Conferencia Episcopal Española de generar odio contra Cataluña, mantiene que los obispos catalanes han sido “excesivamente” prudentes. “La Conferencia Episcopal Española ha perdido una gran oportunidad de decir lo que el magisterio universal de la Iglesia dice aplicándolo al caso catalán. Y la Iglesia catalana, si pensamos en los obispos, han sido, a mi humilde parecer, excesivamente prudentes”.