Este miércoles se presentó un nuevo proyecto multimedia de formación de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) llamado “La dignidad de la persona y el bien común”. Una iniciativa que atravesará de una serie de vídeos temáticos de corta dirección recogidos en un portal web específico, que tratan de realizar “una aportación a la construcción de una nueva cultura política desde la perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia y la realidad del mundo del trabajo”.
En la presentación, en la parroquia Nuestra Señora de las Angustias de Madrid, participaron responsables de la Comisión Permanente de la HOAC y el obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora, responsable del Departamento de Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Española.
La fe nos puede llevar a compromisos políticos distintos
A pocas semanas de las elecciones generales, el obispo ha sido preguntado por la postura de la Iglesia, a lo que él ha recordado que “el Papa dice que sería muy aburrido que todos los cristianos votaran a una sola opción política y que la fe nos puede llevar a compromisos políticos distintos. Por tanto, desde la Doctrina Social de la Iglesia no se puede decir ‘todos a este y en este momento que convocan elecciones’. La democracia es elegir al menos malo o al más bueno”.
Por ello, aplicando el magisterio social de los papas, desde la HOAC han invitado a “buscar con lupa” en los programas electorales a la caza de aquellas medidas que estén a favor de los más empobrecidos, o según el campo específico de la HOAC, esto se traduce en los desempleados, las personas que tienen trabajos precarios o quienes no llegan a fin de mes.
Por eso la responsable de compromiso y relaciones internacionales de la HOAC, Milagros Villamarín, ha pedido a los cristianos que busquen “aquellos partidos e instituciones que realmente estén en favor de los más empobrecidos” a través de la precariedad laboral, la temporalidad o el paro.
Y para desarrollar esta sensibilidad surge este proyecto formativo de 22 vídeos que, divididos en 3 categorías –la comunidad política, la economía del bien común y la política del bien común–, cuentan con diferentes versiones lingüísticas y un documento con pautas para la reflexión.