“La sola sospecha de comportamiento ilícito de un hermano nuestro nos duele profundamente. Pedimos perdón y lamentamos profundamente que algo así haya podido ocurrir en una de nuestras instituciones”. De esta manera ha pedido perdón, por medio de una carta, la Compañía de Jesús en España ante el presunto caso de abusos sexuales perpetrados por un sacerdote y profesor de la congregación hace años en Gijón.
En la carta, que ha sido publicada por el Colegio Sagrado Corazón Jesuitas de Logroño, donde estaba destinado ahora el presunto abusador, se argumenta que “el pasado 12 de enero, el padre provincial de España de la Compañía de Jesús fue informado de la existencia de una denuncia por abusos sexuales a un sacerdote de la orden”.
Por este motivo, se retiró “inmediatamente” al jesuita señalado “de todo contacto con menores, apartándole de su destino actual”, en el que era profesión de Religión en la ESO, “mientras se clarifica lo ocurrido”. De la misma manera, los jesuitas han expresado su “apoyo a la posible víctima y a su familia por el sufrimiento” que la conducta de un miembro de la orden les haya podido generar.
“Estamos colaborando con la justicia en la investigación”, subraya la Compañía, al mismo tiempo que se ha iniciado “el proceso canónico pertinente”. De la misma manera, la orden ha pedido “prudencia” ante los rumores que han empezado a surgir, ya que una vez apartado el sacerdote del contacto con menores, “cualquier persona” tiene derecho a la “presunción de inocencia”.
Además, reafirmando el compromiso de la Orden con la protección de menores y personas vulnerables, han señalado que el objetivo de la Compañía de Jesús es hacer de todas sus instituciones “entornos protegidos y seguros”, para lo cual van tomando “medidas que son públicas y se pueden consultar”.
Ejemplo de ello son los programas que la Orden ha establecido para la formación de educadores en “prevención, detección y protección de menores y personas vulnerables” en los centros.
Mientras, tal como ha adelantado El Periódico, ya son tres los sacerdotes denunciados por pederastia en el colegio Sant Ignasi de Sarrià de Barcelona. Y es que, a Lluís Tó y Pere Sala se ha unido el jesuita Antoni Roigé, que fue denunciado ayer, 13 de febrero, a los Mossos d’Esquadra por un ex alumno, que asegura que sufrió abusos por parte de este y de Tó, ya fallecido.
Ignacio D., el denunciante, asegura que su motivación para hablar ahora no es “ni por dinero” ni para que “pidan perdón”, sino “para que la gente sepa la verdad”. Además, aclara que, si bien “lleva años indignándose con las noticias de pederastia” ya que pasó “por lo mismo”, no fue hasta que vio que “finalmente hablaban del Sant Ignasi” y de Tó en concreto, que se sintió “obligado a actuar”.