Víctimas de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia católica se han reunido hoy, 14 de marzo, con el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez. Una reunión de la que, si bien ha sido “cordial”, han salido “escépticos” a pesar de que han “apreciado empatía” y “receptividad” por parte del purpurado.
“Fuimos a Roma escépticos y ahora en Madrid seguimos igual, ya que lo que vemos son buenas palabras, pero faltan hechos”, dice a Vida Nueva Juan Cuatrecasas, presidente de la Asociación Infancia Robada y padre de la víctima del caso Gaztelueta.
De la misma manera, ha señalado que no se ha llegado a “compromisos”. “Nos ha escuchado, ha dado su punto de vista, está convencido de que no estamos hablando de pecado sino de delito, lo cual es un paso importante”, han declarado al término de la reunión, en la cual se encontraba también el vicepresidente de la asociación Infancia Robada, Javier, víctima del caso de La Bañeza (León).
Sin embargo, Cuatrecasas, ha explicado que aunque Blázquez “comparte” todas las reivindicaciones que le han manifestado, “está a la espera del vademécum del Papa”, por lo que “no ha habido compromisos de actuación”. Unas líneas de actuación desde el Vaticano que “están al caer” y tras cuya recepción la Iglesia española se ha comprometido a “tomar las medidas necesarias”.
“Cuando llegue el vademécum lo valoraremos nosotros y, en función a lo que veamos, seguiremos reclamando lo que necesitan las víctimas”, añade Cuatrecasas, ya que a la reunión de esta mañana han llevado “una serie de medidas de prevención y provención” sobre cómo actuar para evitar estos casos y con quienes los han sufrido.
“A las víctimas de abusos les ha ocurrido algo muy serio, y necesitan medidas de apoyo en asuntos jurídicos, sociales y educativos”, dice Cuatrecasas. Por eso, “cuando hay un reconocimiento por parte del pederasta y de la Iglesia de lo que ha ocurrido no se puede dejar en el olvido a las víctimas”.