Los obispos argentinos concluyeron esta nueva Asamblea Plenaria con un mensaje final, ante las próximas elecciones. En dicho texto pidieron a los dirigentes responsabilidad, y también caminos de auténtica amistad social.
A los candidatos les solicitaron que expresen sus propuestas concretas ante los pedidos que escuchan en sus diócesis, sobre todo: trabajo y educación que “constituyen los ejes más importantes de la cuestión social”.
No dejaron de mencionar al mártir Angelelli que, con respecto a las elecciones, señalaba en febrero de 1973: “Votar es hacer y construir nuestra propia historia argentina y provincial. Es poner el hombro para que como pueblo no se nos considere solamente en las urnas, sino el gran protagonista y actor en la reconstrucción de la Patria”.
Temas abordados
Durante estos días se ha reflexionado sobre las temáticas previstas:
– Sostenimiento económico de la Iglesia para llegar a la concientización de los fieles y a criterios para iniciar acciones solidarias en las diócesis.
– Preparación de la Visita Ad Limina que se desarrollará según las distintas regiones pastorales. El primer grupo estará conformado por las regiones del NEA, Platense y Litoral. Luego peregrinarán los obispos de la región más numerosa del país, Buenos Aires. Y finalmente lo harán los de las regiones de NOA, Cuyo, Centro y Patagonia.
– “El anuncio de Kerigma”, presentado por la Comisión Episcopal de Fe y Cultura.
– La Cumbre de Abusos, cuyo informe fue encarado por el presidente del episcopado, Oscar Ojea. En la homilía de la misa inaugural, ya se había referido al tema.
– IV Congreso Mariano Nacional, a realizarse en el año 2020, con el lema: “María, Madre del Pueblo, Esperanza nuestra”.
La carta del sexto aniversario
Con respecto al nuevo aniversario del pontificado del Papa, a través de una carta titulada ‘Francisco, tu eres Pedro’, agradecieron a Dios el regalo recibido.
Expresaron que, frente a la audacia del Papa, a muchos “nos cuesta seguirle el paso”. Y destacaron muchas características que admiran de su hermano: austeridad, laboriosidad, disponibilidad, respeto a las personas, entre otros. Paz y fortaleza para los desafíos. Gestos y palabras para abrazar a los más pobres.
Remarcaron su figura como líder mundial y su propuesta de un diálogo claro, manso y prudente. Y la invitación a la Iglesia para que sea la alegría del Evangelio y la misericordia. También para que salga al encuentro del Dios que nos ama.
Para finalizar manifestaron una inquietud: “… le propondremos una vez más, que no se prive de la alegría de visitarnos”.