Cada viernes, Vida Nueva te acerca sus recomendaciones en pantalla grande (o no tanto)
En 1983, pocos días después de que naciera el primero de sus cinco hijos, el teólogo y profesor australiano John Hull (1935-2015) advirtió que ya no iba a ver nunca más. “¿Y ahora qué?”, se preguntó. Si no lograba comprender su ceguera, intuyó que esta le derrotaría.
Para encontrar sentido a cuanto le estaba sucediendo, volcaría sus pensamientos, experiencias y emociones en cientos de casetes a modo de diario. Aquellas grabaciones nutren este documental que recrea la memoria visual y sonora del biografiado, sus sueños y sus profundas reflexiones en torno a un “purgante” capaz de destruirte o de renovarte.
Un viaje de la oscuridad a la luz no exento de interrogantes y de crisis, que pone a prueba su fuerza de voluntad para aceptar lo inevitable, revela sus esfuerzos por estimular esa parcela óptica del cerebro en peligro de muerte y le enfrenta a otra pérdida: la de la fe, porque cuesta entender que una fuente de sufrimiento pueda constituir un don.
De eso –entre otras muchas cuestiones– trata esta conmovedora historia, el testimonio lúcido y valiente de este esposo, padre y creyente que un día dejó de ver pero aprendió a mirar.
La católica María Estuardo, reina de Francia con solo 16 años y viuda a los 18, rehúsa volver a casarse pese a las presiones de su entorno y prefiere regresar a Escocia para reivindicar su derecho al trono que le pertenece. Sin embargo, tanto Escocia como Inglaterra están gobernadas por su prima, la anglicana Isabel I, hija de Enrique VIII y Ana Bolena.
Saoirse Ronan y Margot Robbie se meten en la piel y los ropajes de las dos monarcas, y se ponen a las órdenes de la británica Josie Rourke para narrarnos la historia de la carismática María de Escocia, que acabaría sus días en prisión antes de ser decapitada, tras una vida llena de intrigas e infortunios.
Las traiciones, conspiraciones y rebeliones que recorren las estancias cortesanas aderezan la turbulenta relación entre ambas. Una rivalidad que las enfrentó por el poder, pero que también las unió frente a un mundo gobernado por hombres, obligadas a elegir entre el amor (matrimonio) y la independencia.
Nuevo ‘biopic’ sobre mujeres empoderadas en pleno siglo XVI que, aunque no tanto como ‘La favorita’, se aleja de los planteamientos y la estética habituales del cine histórico.
Ella es la esposa perfecta en todos los sentidos. Sin embargo, lleva toda la vida sacrificando sus sueños y ambiciones personales para mantener a flote su matrimonio con un famoso escritor. En vísperas de que este reciba el Nobel de Literatura, decidirá desvelar su secreto mejor guardado y abandonarle.
Dos veteranos sobrados de oficio, como Glenn Close (¡otra vez, y van siete, sin Óscar!) y Jonathan Pryce, se ponen a las órdenes del sueco Björn Runge en un drama sobre desengaños y fingimientos conyugales. La radiografía cínica y un punto desencantada de esa madurez que decide apostar el futuro a la carta de lo práctico.
Aunque no es un tema nuevo, el director nórdico maneja la narración con pulso firme, las dosis precisas de suspense y cierta teatralidad. Elementos suficientes para que sigamos con interés la relación de la pareja.
Unas virtudes más que reseñables, pero que podrían quedar eclipsadas por la indisimulada vocación feminista de la cinta o la sobreexposición de su protagonista femenina, actriz a cuya mayor gloria se ha concebido. Si el resto está (o no) a la altura de su lucimiento, júzguenlo ustedes. Aunque mucho me temo la respuesta.