El nuevo Arzobispo de Tlalnepantla: “Si los sacerdotes están bien, los fieles también lo estarán”

  • José Antonio Fernández Hurtado asegura que la Iglesia tiene que ser portadora de esperanza para los fieles que viven muchas situaciones de pobreza y de injusticias
  • Se comprometió a seguir impulsando la Provincia Eclesiástica formada por: Cuautitlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihuacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco

El nuevo Arzobispo de Tlalnepantla: “Si los sacerdotes están bien, los fieles también lo

A partir de este lunes 18 de marzo, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, ubicada en el centro de México, tiene nuevo Arzobispo. Se trata de José Antonio Fernández Hurtado, cuarto arzobispo de esa Iglesia particular, quien inició su ministerio episcopal con un llamado a los fieles a caminar juntos.

A la ceremonia de toma de posesión asistieron el nuncio apostólico en México, Franco Coppola; el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, y el cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, entre otros obispos del país.

Una pastoral organizada y creativa

En su primer mensaje como arzobispo de Tlalnepantla, Fernández Hurtado aseguró estar convencido de que “si el sacerdote está bien, los fieles también lo estarán”, por lo que se comprometió a mantenerse cercano a su clero “como padre, hermano y amigo”.

Reconoció el valor de la vida consagrada, tanto contemplativa y activa, pues “enriquece grandemente a la Iglesia; y creo firmemente en la participación, protagonismo y corresponsabilidad del laico”.

Dijo llegar a Tlalnepantla con “toda la actitud de ser un Pastor según el corazón de Cristo, con ‘olor a oveja’, que va delante del rebaño para guiarlo, en medio del rebaño, para acompañarlo y detrás para que no se pierda ninguno”.

Destacó la pastoral “organizada y creativa” que tiene esa Iglesia particular para enfrentar los retos sociales, entre ellos: desintegración familiar, pobreza, desigualdad social, inseguridad, impunidad, falta de valores éticos y cívicos, y falta de participación en la vida política.

“También se tienen retos eclesiales –continuó– algunos de ellos son: tomar mayor consciencia en que estamos en un cambio de época que requieren nuevos modos de anunciar el Evangelio; seguir promoviendo una espiritualidad de comunión”.

Caminar juntos

Fernández Hurtado se refirió a la importancia de caminar unidos como Pueblo de Dios, pues éste –según el papa Francisco– “es el camino constitutivo de la Iglesia; la figura que nos permite interpretar la realidad con los ojos y el corazón de Dios; la condición para seguir al Señor Jesús y ser siervos de la vida en este tiempo herido”.

“Respiración y paso sinodal revela lo que somos y el dinamismo de comunión y unidad que animan nuestras decisiones. Sólo en este horizonte -continúa diciendo el Santo Padre-, podemos renovar realmente nuestra pastoral y adecuarla a la misión de la Iglesia en el mundo de hoy”, añadió.

Una diócesis misionera

Asimismo, el nuevo arzobispo tlalnepantlense manifestó que es necesario “mantener la mirada en la conversión personal y pastoral que necesitamos los obispos, presbíteros, y agentes de pastoral; seguir por el camino de una diócesis misionera, y por lo tanto, parroquias misioneras en constante salida y conversión; que nuestra Iglesia hoy tiene que ser más portadora de esperanza para nuestros fieles que viven muchas situaciones de pobreza y de injusticias”.

Afirmó que seguirá impulsando la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla formada por las diócesis de: Cuautitlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihuacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco; es muy importante experimentar la colegialidad entre los Obispos y la comunión de las Iglesias”.

“Que la Virgen de los Remedios, patrona de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, mujer creyente, madre de la esperanza, interceda por todos nosotros, por nuestros pueblos y familias, y nos anime a ser valientes discípulos misioneros de Jesucristo. Amén”, concluyó.

José Antonio Fernández nació Morelia en 1952; fue ordenado sacerdote en Tula, Hidalgo. Desde 2014 se había desempeñado como arzobispo de Durango, y el 25 de enero de 2019 el Santo Padre Francisco lo nombró arzobispo metropolitano de Tlalnepantla.

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