El papa Francisco ha rechazado la renuncia del cardenal arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin. El Pontífice alude a la presunción de inocencia para no aceptar la dimisión del purpurado, que ha sido condenado por encubrir abusos sexuales a menores.
“El lunes por la mañana, entregué mi dimisión al Santo Padre. Invocando a la presunción de inocencia, él no quiso aceptarla”, indicó Barbarin en un comunicado difundido por el obispado hoy, 19 de marzo. Pese a ello, agregó: “Me dejó la libertad de tomar la decisión que me pareciera mejor para la vida de la diócesis de Lyon. A sugerencia suya y porque la Iglesia de Lyon sufre desde hace tres años, he decidido retirarme un tiempo”.
El portavoz interino del Vaticano, Alessandro Gisotti, confirmó en otro comunicado la noticia y destacó que “la Santa Sede está dispuesta a reiterar su cercanía a las víctimas de abuso, a los fieles de la Archidiócesis de Lyon y de toda la Iglesia de Francia que están atravesando un momento particularmente doloroso”.
El cardenal, de 68 años, se sentó en el banquillo en enero acusado de no haber denunciado los abusos cometidos contra menores por el cura Bernard Preynat a comienzos de los 90.
Condenado a seis meses de cárcel exentos de cumplimiento –a menos que reincida– y a pagar una indemnización simbólica de un euro a ocho de las víctimas de Preynat que lo habían denunciado, Barbarin estuvo ayer, 18 de marzo, en el Vaticano para presentar personalmente su renuncia a Francisco.
Tras la decisión del Papa, la diócesis queda ahora a cargo de Yves Baumgarten, vicario general y moderador de la Curia, presumiblemente hasta que la sentencia sea firme, pues los abogados de Barbarin la han recurrido.