“Scholas es una joyita que parece que se sembró al boleo pero de la que han empezado a surgir cosas que ninguno esperaba”, ha dicho Francisco durante un encuentro virtual con las distintas sedes de la organización en todo el mundo y que se ha celebrado hoy, 21 de marzo. Durante la videoconferencia el Papa ha dado la bienvenida a las nuevas sedes de Scholas a nivel global, y ha recibido a jóvenes de distintas nacionalidades, participantes de los proyectos que la Fundación Scholas realiza en los campos del deporte, el arte y la tecnología.
Por otra parte, el Papa ha hecho el primer clic al proyecto internacional ‘Programando por la paz’, del que se espera que durante este año miles de niños y jóvenes se inicien en el aprendizaje de la programación desde una mirada ética y en la búsqueda de la paz. Así, un grupo de jóvenes ha presentado a Francisco una aplicación que han desarrollado desde el proyecto para que él mismo pudiera “programarla”. Como ellos mismos han explicado al Pontífice, la aplicación da una serie de pautas para ayudar a cumplir los objetivos de Desarrollo Sostenible.
En este sentido, Francisco ha hecho referencia a los jóvenes que se han manifestado en diversas ciudades durante la última semana en favor del medio ambiente. “Los jóvenes tienen una potencia inimaginable, son creativos”. Sin embargo, “lo que pasa es que, a veces, no tienen líderes que los conduzcan porque los buscan afuera sin darse cuenta de que los tienen entre ellos”. Por eso, para el Papa “lo que hace Scholas es despertar esta comunidad con sus mismos líderes”.
Para Jorge Mario Bergoglio los jóvenes “no son el futuro” sino “el ahora, el hoy”, ya que “si pensamos que son el futuro, ¿qué son hoy?”, se ha preguntado el Papa. “Un mientras tanto”, un “aguanta hasta que llegue tu hora”. Y esto conduce a que vayan “perdiendo fuerza e ilusión”, hasta que “terminan domesticados”.
Por este motivo, Francisco ha animado a los jóvenes a “expresarse positivamente” y con “creatividad”, porque “la sola protesta no sirve”. “Scholas está sembrando creatividad, porque la sola protesta no engendra, no da vida”. De la misma manera, ha reconocido que los jóvenes se equivocarán “una y mil veces”, pero siempre es “mejor equivocarse construyendo que equivocarse con los brazos cruzados”.
El papa Francisco ha aprovechado la ocasión para recordar el último encuentro de Scholas, celebrado en Pistoia y que fue facilitado por una congregación de hermanas “jovencitas”, ha bromeado. “Tienen entre 70 y 90 años, y sin embargo fueron capaces de entrar en diálogo con los jóvenes”, ha subrayado el Papa, para quien “este es el desafío de hoy”, el de establecer el diálogo entre jóvenes y ancianos.
“Si los jóvenes van por su camino sin hablar con los ancianos pierden las raíces, el sentido de la historia, la pertenencia”, ha afirmado, mientras que “los viejos, si no pueden convivir con los jóvenes, se sienten aislados y mueren tristes”. Por eso, “es el momento de que los viejos sueñen y los jóvenes profeticen”.