El papa Francisco ha recibido en audiencia hoy, 21 de marzo, a la Federación Italiana de Médicos Pediatras. Durante el encuentro, el Papa ha animado a los presentes a actuar siempre “con seriedad y dedicación, haciéndose siempre promotores de una cultura de solidaridad y salud inclusiva”. Así, Francisco ha condenado la privatización de la sanidad, subrayando que “en nuestro tiempo cada vez más la prevención y el tratamiento se convierten en una prerrogativa de quienes disfrutan de un cierto nivel de vida y, por tanto, pueden permitírselo”.
De la misma manera, el Papa ha señalado que “ya en sus primeros pasos, la Federación se ha distinguido por su contribución al nacimiento del Servicio Nacional de Salud” y que, en las cuatro décadas que han pasado desde su creación, “ha implementado innumerables iniciativas para la salud de las personas y la mejora de los servicios ofrecidos a los ciudadanos”, estipulando para ello “acuerdos públicos y privados, de una forma autónoma y no partidista”.
“En nuestro tiempo”, ha apuntado Francisco, “en el que las numerosas comodidades y los desarrollos tecnológicos y sociales se pagan con un impacto cada vez más invasivo en la dinámica natural del cuerpo humano”, se vuelve “urgente” implementar “un programa serio de educación sobre la salud y estilos de vida” capaz de respetar el cuerpo humano, “de modo que el progreso no sea a expensas de la persona”.
Un trabajo “con mente y corazón”
Jorge Mario Bergoglio ha remarcado el buen hacer de la Federación desde que fue creada, y ha insistido en que este modo de actuar ha permitido “garantizar un control sobre muchos aspectos esenciales de la salud del niño y el adolescente”. Y es que, “la edad a la que se enfrenta” esta especialidad de la medicina, “es sin duda la más evolutiva de la vida humana y requiere un conocimiento global sobre el cuerpo humano y sus patologías”.
El Papa ha recordado, además, que el trabajo del pediatra a veces consiste en tratar “más que con los niños, con los padres” quienes, por haberles “confiado lo que más aman”, buscan “no solo experiencia médica” sino “seguridad humana”.
Por eso, con los niños “siempre se tienen que tener en mente las palabras de Jesús” quien, “en un mundo en el que eran muy poco considerados, les señala como modelo para aquellos que se convierten en parte del Reino de Dios, porque entienden sus secretos”. “Vivido con esta inspiración”, ha continuado Francisco, “el trabajo que realizan representa una misión que involucra tanto la mente como el corazón”.