España

¿Qué han dicho de Dios Santiago Carrillo, Felipe González o Pablo Iglesias?

  • El líder del PCE dijo en 1979 que “hoy ya no podemos ver la religión como el opio de los pueblos”
  • El presidente socialista, tras perder la fe, se ha definido como “un cristiano con minusvalía”
  • El fundador de Podemos ha reconocido su sorpresa por estar “tan de acuerdo” con Francisco





En este tiempo previo a elegir a quienes nos representarán en el municipio propio, en la autonomía de cada uno, en España y en Europa, se sucederá un alud de promesas y declaraciones. En medio de tanto ruido, resulta curioso echar un vistazo a la hemeroteca y recuperar algunas de las afirmaciones sobre Dios realizadas por los políticos del presente y de las décadas precedentes desde la Transición.

Así, por ejemplo, nos encontramos con un Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista, declarando esto un 25 de junio de 1979 en la presentación del libro ‘Por qué soy marxista y otras confesiones’, de Alfonso Carlos Comín: “A los comunistas nos ha costado un gran esfuerzo autocrítico llegar a comprender que hoy ya no podemos ver la religión como el opio de los pueblos, sino que, en amplios sectores del cristianismo, ha habido actitudes muy favorables a las clases oprimidas. Hemos asumido que en el partido puede haber una corriente marxista de origen cristiano que aporta unos valores morales, políticos e ideológicos importantes, que enriquecen al partido y al marxismo. Al reconocerlo, evitamos que el marxismo se convierta en otra Iglesia, con sus santos, sus vaticanos y sus dogmas”.

El “me acuso” del obispo Iniesta

En dicho acto, por cierto, estuvo Alberto Iniesta, obispo auxiliar de Madrid y colaborador de Vida Nueva hasta su muerte. “Me acuso, Padre– afirmó con su característico sentido del humor–, de que yo he sido franquista, y eso el Padre lo toma con mucha benevolencia… Me acuso, Padre, de que no soy marxista, de que no soy antimarxista y de que creo que marxistas y cristianos tienen muchos valores que aportarse e interpelarse”.

El 17 de junio de 2014, en la entrega de los Premios de la Fundación de la UGT, Felipe Gónzalez, histórico presidente socialista entre 1982 y 1996, se confesó en cuanto a su sentir espiritual: “No soy creyente, pero tampoco ateo ni siquiera agnóstico, sino un cristiano con minusvalía, al haber perdido la fe”. En dicho acto, por cierto, ensalzó la figura del papa Francisco y destacó que es “un ser humano de una extraordinaria calidad”.

Nieto de un socialista “profundamente católico”

En una entrevista con el diario 20 minutos, el 4 de noviembre de 2014, a los pocos meses de ser elegido eurodiputado, Pablo Iglesias, fundador de Podemos, reconocía que, “escuchando al Papa que han puesto [por Francisco, elegido año y medio antes], me llama la atención estar tan de acuerdo con él”.

A la pregunta de “¿va a acabar siendo religioso?”, Iglesias respondía de un modo muy directo: “No, no creo. Soy nieto de un socialista que era profundamente católico y tengo un enorme respeto por las personas con un sentimiento religioso y, de hecho, con buena parte de los compañeros con los que mejor me entiendo, son creyentes. Yo no lo soy, pero creo que es una cuestión completamente secundaria cuando compartes valores morales con alguien. Creer o no creer en la trascendencia de la identidad de uno después de la muerte es un elemento secundario”.

El voto de Mariano Rajoy

A modo de coda curiosa, en un texto protagonizado por destacados líderes de la izquierda española, es sugerente acudir a la hemerotecta y recuperar una frase muy identificativa del estilo de Mariano Rajoy, anterior presidente de Gobierno por el Partido Popular. Pronunciada tras el Consejo de Ministros del 26 de octubre de 2015, cuando convocó elecciones generales para ese 20 de diciembre, es la siguiente: “Yo soy católico, pero no le diré a ningún católico que me vote por ser católico”.

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Etiquetas: Iglesia y política
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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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