‘Metodologías activas para la escuela católica’ es el nombre del nuevo subsidio formativo que la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), con apoyo de la red de formación Castilla y León, está poniendo a disposición de todas sus federaciones en el continente como una apuesta por acercar el proceso de enseñanza/aprendizaje a los contextos reales de los alumnos.
Con una serie de ejercicios para las clases, que pueden ser combinados entre sí, permitirán a los estudiantes y docentes generar espacios de interacción apoyados en el uso de las TIC como recurso, en la toma de conciencia y reflexión con el entorno, en la colaboración con otros agentes, para de esta manera fomentar el aprendizaje autónomo.
Entre las propuestas metodológicas se encuentran: aprendizaje basado en problemas, visual thinking (mapas mentales), aprendizaje basado en proyectos, metacognición, gamificación (lúdica integrada), entre otros.
A tono con la realidad
Oscar Pérez Sayago, secretario general del CIEC, ha dicho que la escuela, y en general las instituciones educativas, están replanteando su rol social, sus funciones y su misma misión a la luz de las nuevas realidades, por ello “no podemos seguir pensando, como hace unas décadas, en que la escuela o la universidad son los espacios privilegiados para la socialización de los niños y los jóvenes”.
Para el secretario general de la CIEC son muchas las posibilidades educativas en los actuales tiempos, por tanto las escuelas y universidades ‘católicas’ no deben únicamente expresarse desde lo adjetivo, sino que “solo puede prosperar en cuanto el sustantivo permita ser lo que es, y le dé importancia capital a lo que es constitutivo”. De allí la importancia de estar a tono con la realidad, aún cuando la escuela formal sigue siendo predominante.
Escuela innovadora
Asimismo desde la CIEC hacen una invitación a pensar en una propuesta de escuela contemporánea e innovadora, desde la propuesta axiológica, “inspirada en el modelo formativo para la educación de la fe, el espacio evangelizador, la frescura del Evangelio, la fraternidad y la libertad como posibilidades de crecer y dejar la impronta que tiene el poder de educar la fe y en la fe para posicionarse en los contextos con la vida de la Iglesia”.
Finalmente con las metodologías activas se enfatiza en la propuesta humanística que, como bien propone el pensamiento social de la Iglesia, el cristianismo es concebido como un humanismo pleno, abierto al Absoluto.
Foto Chicago Tribune
