Fernando Chica, Observador permanente de la Santa Sede ante la FAO ha subrayado que es necesario “establecer un diálogo con las poblaciones indígenas a partir de un coloquio constructivo, una apertura cercana donde aprender los unos de los otros con franqueza y sin prejuicios”. Chica ha exhortado así a tomar parte activa en la salvaguarda del planeta a los asistentes al seminario de estudio ‘Los pueblos indígenas custodian la naturaleza: la encíclica Laudato si’ del papa Francisco y los Objetivos del Desarrollo Sostenible”, que se ha celebrado en la sede de la FAO en Roma.
“Es necesario reconocer que el extraordinario patrimonio cultural y espiritual de muchos pueblos indígenas corren el riesgo de ser destruidos por una especie de colonización económica e ideológica envuelta en una perspectiva de desarrollo”, ha denunciado, a lo que ha añadido que las diversas cualidades de las comunidades multiculturales “están siendo disminuidas por una estandarización de la cultura y el comercio”.
“Los problemas derivados del multiculturalismo y la diversidad cultural, especialmente en aquellas sociedades que presentan comunidades indígenas y migrantes, requieren la implementación de políticas culturales capaces de equilibrar la preservación y la protección de las expresiones culturales, tanto tradicionales como culturales”, ha apostillado.
Por otra parte, Chica ha señalado que “otro elemento a destacar es la conservación que permite el mantenimiento de la diversidad biológica en el sistema agrícola, convirtiéndose así en un valor agregado para la comunidad”. Sin embargo, las relaciones de las Naciones Unidas y el estudio de las inversiones en el campo de la investigación y el desarrollo “revelan el drama de la búsqueda de intereses comerciales por parte de algunas grandes empresas transnacionales en aquellas áreas del planeta donde viven las comunidades indígenas”.
Una actitud “a menudo sin escrúpulos”, que además de degradar el medio ambiente “obliga a los pueblos indígenas, especialmente a los jóvenes, a migrar, desarraigándose de sus tierras y, por lo tanto, de sus orígenes”. Así pues, respetar “la participación de los pueblos indígenas garantiza el respeto por su identidad, su cultura, sus raíces y, por consiguiente, nos ayuda a todos a cuidar nuestra casa común”.
Por otra parte, Chica ha hecho referencia al Sínodo sobre la Amazonía que se celebrará el próximo mes de octubre y que “interesará especialmente a las comunidades indígenas de esta región, que constituyen solo una parte de todos los dispersos en todo el mundo”. Una ocasión que “será una oportunidad fructífera para identificar nuevas formas de hacer crecer el rostro amazónico de la Iglesia y también para responder a situaciones de injusticia en la región”.
En la escucha mutua “será posible identificar y reforzar nuevas formas de proteger los derechos y el patrimonio excepcional de las comunidades indígenas”, ha añadido. Y es que, “proteger a los pueblos indígenas y sus territorios es un requisito ético fundamental y un compromiso total con los derechos humanos. Para la Iglesia, esto se transforma en un imperativo moral consistente con la ecología integral de Laudato si’”.