El arzobispo de Canberra y Goulburn, Christopher Prowse, ha asegurado que “en el improbable caso” de que los sacerdotes australianos tengan conocimiento de un caso de abusos sexuales, no informarán de los mismos “si eso implica la violación del secreto de confesión”.
Prowse ha hecho estas declaraciones tras la aprobación de la nueva ley, que entra en vigor el próximo 1 de abril, que obliga a todos los ciudadanos de la capital australiana, incluidos los sacerdotes, a denunciar todos los casos de abuso infantil de los que tengan conocimiento. Si no lo hicieran, podrían enfrentarse a penas de dos años de cárcel.
“En el improbable caso de que se tenga conocimiento de un caso de abuso sexual a un menor en un confesionario, los sacerdotes aprovecharán la oportunidad para alentar y ayudar a la persona a informar a las autoridades civiles”, ha matizado el arzobispo en declaraciones recogidas por Crux Now.
“El abuso sexual de niños y personas vulnerables es, a su vez, un crimen y un pecado”, ha apuntado y, si bien “las autoridades civiles se ocupan de la delincuencia y el castigo”, la comunidad de la fe “trata con el pecado y el perdón, el apoyo y la sanación”. Por otra parte, Prowse ha explicado que, tratando “cumplir con la legislación del Gobierno”, la Iglesia australiana “continuará manteniendo ambientes seguros y acogedores” para los niños.
Bernardito Auza: “No se debe permitir que nadie financie o proporcione armas a terroristas”
Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas, ha participado en el debate ‘Amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas: lucha contra la financiación del terrorismo’, celebrado en la ONU. “En el mundo de hoy, el flagelo del terrorismo se ha convertido casi en una amenaza común y corriente”, recoge Vatican News.
Pero, por sus efectos, “el terrorismo debe ser condenado y combatido en todas sus formas y manifestaciones” y se debe “negar a los terroristas el acceso a los medios que facilitan sus actividades delictivas”. De hecho, el prelado ha señalado que “no se debe permitir que nadie financie o proporcione armas y municiones a terroristas”.
Auza ha declarado que lo principal para acabar con el terrorismo es “romper el ciclo de la pobreza y la miseria”, ya que es necesario que las medidas de prevención y de ataque al terrorismo “respeten escrupulosamente los derechos humanos”. De la misma manera, para la Santa Sede, “la respuesta ante esta problemática debe ser global y coordinada y que permita favorecer la paz y la seguridad”.
Baltazar Porras anima a no descartar “un cambio pacífico” para Venezuela
El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, indicó que “no es a través de la fuerza y de las armas, sino de darnos las manos los unos a los otros” como Venezuela saldrá de la crisis en la que se encuentra inmersa. “La inmensa mayoría de los venezolanos estamos deseando un cambio pacífico para poder ver un futuro mejor”, ha apostillado.
“Estamos ante un drama, una emergencia que afecta a todos los venezolanos”, ha añadido el purpurado en su intervención durante las jornadas ‘Unidos por la salud y la ayuda humanitaria’, organizadas por la Federación Médica Venezolana.
De la misma manera, Porras descartó la posibilidad de una intervención extranjera hasta haber agotado “todos los caminos para encontrar una salida pacífica y racional a la crisis”. Asimismo, refiriéndose a Nicolás Maduro, ha reiterado que el uso de la fuerza “indica una falta de racionalidad y apoyo, que es lo que le da sentido a la autoridad”.