Vaticano

Francisco en su visita a la parroquia de San Julio: “Solo es lícito mirar a una persona desde lo alto para ayudarla a levantarse”

  • El Papa ha acudido a esta iglesia romana para celebrar la eucaristía y el rito de dedicación del altar
  • “Debemos hacer siempre el gesto de dar de comer a los demás, así como Dios nos da de comer a nosotros”





“El único momento en el que es lícito mirar a una persona desde lo alto es para ayudarla a levantarse”, ha apuntado el papa Francisco justo antes de adentrarse en la parroquia de San Julio en la tarde de hoy, 7 de abril, para celebrar la eucaristía y el rito de dedicación del altar.

De camino al templo y acompañado por el cardenal Angelo de Donatis, el Papa se ha reunido con la comunidad parroquial y, de forma privada, con los enfermos de la misma. Además, algunos jóvenes han tenido la oportunidad de plantearle a Francisco algunas preguntas, como el caso de una pequeña que le ha preguntado si alguna vez ha dado de comer a los pobres “personalmente”.

“Sí lo he hecho”, ha respondido el Papa, “porque a veces es algo que todos los cristianos deben hacer”. Además, el Jorge Mario Bergoglio ha añadido “todos en momentos de la vida fuimos pobres” y, pensando especialmente en los padres y madres que, por falta de trabajo, no pueden dar de comer a sus hijos, ha dicho que “todos debemos hacer siempre este gesto de dar de comer a los demás, así como Dios nos da de comer a nosotros”.

El valor de las dudas

Otra joven ha señalado que, en su acompañamiento a los adolescentes, a veces ha salido el tema de las dudas que se plantean en la vida especialmente cuando ésta se torna complicada. “¿Usted también ha tenido dudas?”, ha preguntado la joven al Papa, a lo que él ha respondido que “todos los hombres, mujeres, niños, en algún momento tienen dudas y todo eso es parte de la vida: dudar”. Y ha añadido que “dudar es también poner un poco a la prueba a Dios: si es verdad que Él es fiel, que nos escucha”.

Estas dudas pueden aparecer, sobre todo, “cuando hay un enfermo en la familia”. Pero, en tales ocasiones, “debemos confiar en la fidelidad de Jesús”, ya que “no desilusiona jamás” y, antes o después, “el Señor se hace oír”.

En cuanto a sus propias dudas, Francisco ha reconocido haber tenido muchas. “¿Cómo logré salir? Creo que no salí solo. No se puede nunca salir solo de las dudas, se necesita la compañía de alguien que te ayude a ir adelante, por eso es importante estar siempre en grupo, junto con los amigos, nunca solos”. “Enojarnos con Jesús es un modo de rezar también”, ha apuntado el Papa, ya que “a Jesús le gusta ver la realidad de nuestra corazón, que no fingimos ante Él”.

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