El ‘Día nacional de la memoria y solidaridad con las víctimas’ es celebrado, todos los 9 de abril, en Colombia a propósito del asesinato del líder político Jorge Eliecer Gaitán hace 71 años (1948), que desencadenó en una serie de manifestaciones violentas denominadas a la postre como el Bogotazo, por ello, la Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición, en voz de su presidente, el sacerdote jesuita Francisco de Roux, ha invitado “a todos los ciudadanos y, particularmente, a los jóvenes a tener presente la tragedia del conflicto armado interno”.
Desde la Comisión de la verdad, el sacerdote ha hecho un reconocimiento “a los civiles asesinados de todos los sectores sociales y etnias, a los desaparecidos, a los caídos en combate de todos los lados”, de este modo “honrarlos significa acoger la obligación de luchar sin descanso para que nunca más se repita el sinsentido de la guerra que les arrancó de la vida”.
Solidaridad con los sobrevivientes
El conflicto armado en el país ha dejado heridas muy profundas y muchas secuelas de dolor por lo que la comisión “se une a más de ocho millones de sobrevivientes en el territorio nacional y más de medio millón en el exilio”.
Asimismo ha expresado su solidaridad en especial por aquellos que “llevan en sus familias en sus tristezas del alma, en su mente y en sus cuerpos, el vacío de los seres queridos ultimados o masacrados, la desesperación por los desaparecidos, las marcas del abuso sexual, el impacto de las minas antipersona, las heridas de balas intencionales o perdidas” como de otros muchos males que han aquejado a la sociedad colombiana.
“Por la dignidad de las víctimas y de los sobrevivientes, la Comisión llama al más profundo respeto por los muertos y los vivos afectados y pide a los diferentes estamentos del Estado que se cumplan las obligaciones establecidas en las leyes de víctimas y los acuerdos firmados en la paz para garantizar la reforma rural integral y los derechos a verdad, justicia, reparación y no repetición”, ha expresado el jesuita.
Tienen la fuerza moral
Por otra parte, el presbítero ha mencionado que los sobrevivientes tienen un papel ‘insustituible’ en la actual coyuntura, todo ello “sin prescindir del dolor que los embarga ni renunciar a los derechos que les compete”. Además de ver en estas figuras “a la multitud que encarna el futuro en verdad y reconciliación”.
“Ellos y ellas, desde todos los lados de la sociedad, conocen en sus propios hogares y en sus cuerpos la barbarie en la que cayó Colombia, y saben también, porque les ha tocado rehacerse, que los colombianos no somos solamente violencia y que somos capaces de volver a creer los unos en los otros y a reconciliarnos y reconstruirnos en nuestras diferencias”, agregó.
Ante el resurgimiento de la violencia y la polarización excluyente, la comisión ve en los sobrevivientes la fuerza moral más importante del país, porque “sienten la llamada de sus seres queridos arrancados de la vida, y porque cargan las heridas y memorias, son posiblemente los únicos que tienen la palabra con autoridad ética para decir: ¡NUNCA MÁS!”.
Foto Comisión de la verdad