“El mundo está necesitado de hombres que no estén dedicados tanto a defender leyes cristianas, sino que miren a Dios y que aprendan su humanidad de Él para poder iluminar el corazón de los demás y la inteligencia de todos”. Recordando estas palabras de Julián Carrón, líder de Comunión y Liberación, explica a Vida Nueva qué ha de tener en cuenta un cristiano a la hora de acudir a las urnas Carmen Velasco, encargada de moderar la presentación del manifiesto ‘Por una amistad social’ que se celebra hoy, 11 de abril, en la Fundación Pablo VI (Madrid).
“Por eso un cristiano no está llamado en nuestra opinión a defender una idea, ni a promover un partido que se reconozca cristiano, sino a tener la capacidad de implicarse con cualquiera, como hizo Jesús, que cambió el mundo porque hizo las cosas de otra manera, desde su pasión por el hombre”, matiza Velasco. Y es que el manifiesto señala que la vida pública se encuentra “muy ideologizada y con una violencia dialéctica exasperante” por la cual parece “haber perdido ese nexo con la realidad, con la vida cotidiana de la mayoría de los ciudadanos”.
“Se nos dibuja un país dividido en derechas e izquierdas, invitando a caer de un lado o del otro”, señala el documento. Precisamente por esto, la razón de ser del mismo, explica Velasco, no es otra que “la preocupación y la pasión por cada uno de nosotros” además de “fomentar el diálogo”. “Hemos apreciado un pesimismo general en el que mucha gente ni se plantea ir a votar, y que se contrapone a los que si piensan en ir a votar, porque parece que se hace de una manera inclinada hacia la confrontación de un partido contra otro”. Se trata, en definitiva, de estar “siempre de un bando o de otro”.
Por todo ello, desde Comunión y Liberación se ha elaborado una propuesta que parte de la experiencia real del día a día, dentro de los ámbitos de trabajos, de las familias y de las obras “que se han generado dentro del diálogo entre nosotros y a la no confrontación sino más bien acompañándonos”.
“Mirando esta vida hemos visto una desproporción, porque no tiene nada que ver lo que sucede ahí con lo que se propone en el debate político”. Por eso, el movimiento ha querido proponer un método, una alternativa para ponerse “frente al momento electoral y frente al modelo de política” a partir de los testimonios de personas “que están haciendo política realmente, es decir, que son gente corriente pero que ejercen una política silenciosa, no desde el escaño, sino influyendo a partir de ir creando el tejido social”.
En el manifiesto se pueden leer varios testimonios, desde personas que están acogiendo a niños, otras que han conseguido crear una red de recogida de alimentos u otras que están en el ámbito de la inmigración. “No tiene que ver con el asistencialismo sino con una familiaridad que no distingue de origen o clase social”, subraya Velasco.